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martes, 21 de agosto de 2018

La noche se acerca


La noche se acerca,
las penumbras me envuelven
cual manto de entrelazados
hilos de terciopelo azul
y pienso en ti.

Las nubes grises y altas
giran en círculos dibujando
en este atardecer tardío,
cerca del horizonte trazos de colores
que se van diluyendo en la nada.

La niebla torva del silencio
ahoga tu luz ausente
y como la sal traída por el viento
desde el mar
te pegas a mi piel y te vas despacio,
levemente,

La noche se acerca
y aquí estoy
con la desgarradora soledad
de tu recuerdo,
te siento,
estás en mí
como una sombra de fuego
y tormenta.

A través de la húmeda niebla
que es un velo
todo impregnado en llanto,
te vislumbro y deseo
estar en tus brazos
y la felicidad me inunda.

La noche se acerca
y te necesito cerca,
me llegan notas aterciopeladas
que recuerdan un concierto de amor.

La noche se acerca y te siento lejos,
en el dolor de la distancia,
del antes y del ahora.

La noche se acerca y tú no estás conmigo,
en una lejanía cercana
el agua modela tus formas
de hombre esculpido en el andar,
en el sufrir de las distancias,
en el querer de los recuerdos.

La noche se acerca
y tu ausencia tenaz me duele,
es mi dolor secreto,
mío sólo.

Ya no se definir en la distancia
si estás presente
y me hieres con tu ausencia
o si es tu ausencia tan fuerte
y desgarradora que vives
presente en mi mundo interior
desorientado y triste.

La noche se acerca,
con ese toque de misterio
que da el amor,
no te alejes más,
mis quejas solitarias
me colman el corazón
que con alas de ciudad
y voz de horizonte se alza
entre rumores de caricias
no dadas y besos olvidaos.

¡No te alejes más!
¡Ven con la noche
y tómame en tus brazos
es la hora de soñar con lo que fue,
es la hora de soñar con lo que será!

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