Poemas
viajeros que juegan, saltan, se arremolinan,
buscando
un lugar donde posarse, aquí, acullá,
en
aquellas pequeñas hojas, en pergaminos corrugados,
en
páginas vírgenes y frescas.
No
pueden volar de mi mente las estrofas,
las
metáforas, los versos, que danzan estrepitosamente
en
las lagunas azules de las neuronas juveniles
e
inquietas, en este mi otoño.
Se
escapan los poemas de entre mis dedos y mis manos,
escondidos
tanto tiempo se ajustan a mi sueño
y
como el río a sus riveras llegan al lugar esperado
a
esta hoja que deja de ser virgen,
ya
es primavera dulce como agua y amor.
Poemas,
no desesperen, lo imposible siempre llega,
son
mi todo, son mi vida,
sin
ellos no tiene sentido el existir.
Aprendan
poemas que con paciencia alcanzarán
el
celeste cielo.
Es
la vida que ensaya sus textos e el filo alargado
de
la madrugada,
y
aunque a veces repita frases, monosílabos,
amor
Júbilo,
gozo,
placer,
tesoros
son del alma porque un giro fugaz
no
basta para el toque sutil que distingue
el
Hoy del, mañana
Y
casi siempre e los viejos atriles partituras
de
poemas nuevos se emplazan
y se
logra renovar el diseño, la textura,
el
color de la trama
¡Oh¡
Poemas, como brisas aderezan con susurros
mi
alma.
“Poemas
están en mí
como una sombra de mariposas
vuelan y se
vuelcan
con suavidad toda”
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