Recomenzar,
reiniciar
mi vida
dando
una nueva oportunidad
a mí
misma,
renovando
las esperanzas
en la vida
y lo
más importante,
creer en mí
nuevamente
planteándome
nuevos desafíos.
Mi
corazón se está despejando,
pronto para la vida
en
procura de un nuevo amor
ya que
nosotros
somos el Amor
y
siempre
seremos
capaces
de amar
muchas
y muchas veces.
Recomenzar
con alegría,
ante
ligerísimas tentativas
de
altas quejas de espuma
dando
al aire sol y viento,
deseos
que se alzan al más allá
de un ansia
que se
muere
en mil
cristales.
Recomenzar
entre
blancuras
que
logran entenderse,
amores
que se inician
en las
mañanas dulces del estío
estrenando
nuevos idilios.
Reanudar
la vida
como
resurrección de mares plácidos
y
tranquilos
entre
querencias muy antiguas,
sin
esperar ni soñar
que
todo dura
como
mármol erguido
y
eterno
porque desfallece
en una
u otra orilla.
Recomenzar
retomando de entre tantos fracasos,
los infinitos deseos
de
salvarnos
dejando
en el olvido
las
cien,
las mil,
las
incontables figuras
cristalinas
que se
evaden ligeras
por
nuestras fuerzas interiores
que nos
llevan
a
volver a este presente
que Hoy
vivo
entre
juegos de raudo amor
colmando
mi alma
de
asombros milagrosos.
Recomenzar
frente a mi
liso espejo de vida,
amaneciendo serenamente,
entre
el bienestar tibio
de
estar conmigo misma
es como
si estuviese
ya en
lo sumo,
en lo
perfecto.
Y
surgen nuevos poemas,
prosas de amor bajadas
de
altas cimas,
vienen
desde lejos,
desde
adentro de mi alma,
hay algo que me pide
que
siga con mis frases,
despacito
y sin
prisa
y por
mi piel vuelven
y
corren
tibios presentimientos
que las
plumas finas del aire
ya
cubren de ideas nuevas
mis papeles ansiosos
de que
recomiencen
y se
alumbren los nuevos intentos.
Recomenzar
entre
ocurrencias no fugaces,
sí con chispas
que
brillen en el cielo
y entre
curvas
y más
curvas
se
reinicia mi vida,
dibujando
mi anhelo
en la luz del alba,
multiplicando
amplios destellos,
encendiendo
de amor mi mundo.
Recomenzar
cantando loas a la vida
mientras
mi lira la aclama,
canto a
lo grande
porque
va dentro de mi
y mi
corazón
en las
alturas ama.
Siempre
tendré
desde ahora
en mi
laúd
cantares,
sin
desdichas ni pesares
y en el
rosal de mi cariño,
jazmines,
azucenas,
alelíes,
maravillas
de mi
jardín entero.
Recomenzar
las alas de mi numen
que me
llevan con su amor
a
expresar mi dicha
honda
brillando
en el fondo de mis noches
mis
versos de amor
soñados
que
flotaban en mi derredor
como
nubes de perfume.
Recomenzar
con
monosílabos tan sólo,
entre
luces,
sombras
y silencios,
como
fugitivas centellas
rebotando
en sus reflejos.
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