Páginas

domingo, 7 de octubre de 2018

Soñando despierta


Soñándote despierta,
te añoro,
te extraño,
te quiero en mi mundo mágico
y en el real.

En el sueño
los seres se desnudan íntegramente,
no hay sonrisas falsas,
gestos ocultando las intenciones
y si pudiera gritar,
las palabras
serían testamentos de versos de amor
para repetir,
libres de mentiras,
la hazaña del día y el amor
que tú despiertas
en cada poro de mi piel.

Te sueño bajo un manto de oropeles,
de luces titilantes junto a mí.
Pongo mi mano,
humildemente estremecida
sobre tus rodillas
y mi cabeza se posa en tu pecho
escuchando el latir armonioso
de tu tierno corazón.

Soñándote despierta,
abrazada a ti,
sin preguntarte nada,
de miedo de que no sea verdad
que tú vives y me quieres.

Y estoy abrazada a ti
sin mirar y si tocarte,
no vaya a ser
que descubra con preguntas,
con caricias,
esta soledad inmensa
de quererte sólo yo.

Soñándote despierta,
veo a mi lado tu cuerpo,
tu beso,
tu abrazo frenético
buscando su realidad en mí
como un puro y mágico milagro.

Soy tu desnuda Venus cierta,
entre auroras seguras
que se gana a sí misma queriéndote.

Soñándote despierta,
¡de tan cerca y de tan lejos!
Y pienso en ti feliz
entre pámpanos de luz.
Soñándote despierta,
sobre tu corazón entregado a la vida
y sobre el río inquieto
de tus pies y manos.

Y soñando alguna vez diré que sí,
que no,
respuestas de azar y de milagro
a preguntas que ignoro,
que no veo,
que no sé
y cuando me despierto
ellas se esconden,
ya invisibles,
se apagan,
se van.

Soñándote despierta
¡qué paseo de noche
por la playa iluminando la luna
el mar que fosforece
con tu ausencia a mi lado!.

Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo
pero que piensas en mí
y eso da calor al alma,
reconforta el corazón.

Los espejos,
el agua,
se creen que voy sola,
se lo creen los ojos,
sirenas de los cielos plenos
de estrellas titilantes
pero en mi mano
yo llevo estrechada la tuya,
cálida, tierna,
que palpita en la mía.

Soñándote despierta
estrecho tu cuerpo junto al mío
y siento que tengo contra mi pecho
un palpitar sin tacto,
cerca, muy cerca,
de estrella fugaz
que viene de otra vida.

Soñándote despierta
escribo para ti mis versos de amor
escritos con notas musicales
que vuelan ingrávidos por el aire
hacia un mundo nuevo,
el nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario