Páginas

martes, 6 de noviembre de 2018

Hoy Tú No Estás


Hoy tú no estás,
en mi presente
no te veo
y mi corazón se estruja,
 la sangre palpita despacito
 y por mis mejillas
caen las lágrimas
que nacen
de mi alma dolorida.

Me paro
en el recuerdo
para poder hablarte
y me descubro
andando caminos ya recorridos,
momentos que vivimos,
 irrepetibles horas
que no fueron eternas
y se llevó la aurora.

Hoy tú no estás,
es una espera larga
y el pasado sin tiempo
se escurre entre las manos
dejándome de nuevo
con mi dolor a solas,
un eco de palabras
y tus ojos
que me acarician el alma
como vuelo de alondras.

Hoy tú no estás
con paciencia,
calma,
con el viento
te seguiré buscando
en las hojas del jazmín,
 entre las olas del mar,
en las canciones,
en las esquinas,
en los pliegues de mi piel,
en el silencio que me mata.

Hoy tú no estás
y la espera en mi alma es tuya,
en el sabor de tu deseo,
en mis lágrimas
que ansían encontrarte
en poemas olvidados.

Hoy cansada
 te seguiré buscando
atenta,
expectante,
anhelante en mis sueños de hoy,
mañana,
mi amor
de nuevo esperaré
tu presencia a mi lado
y pensaré que susurras en mis oídos
diciéndome
que me amas.

Te busco
y siempre tú apareces,
 miradas,
suspiros…
¡ay amor de mil amores,
amarte será una profecía!
Y guardaré este amor
muy secretamente
porque buscarte
será siempre tenerte
muy cerca de mí.

Hoy tú no estás custodiando
el hechizo de mis sueños
y entre el follaje de tu prado
y en el fresco temblor
de su rocío,
creo verte
y mis ansias se colman
de alegría y repaso
la ciudad,
exploro el río
e indago por el mar
por mí cantado.

Hoy tú no estás
en el verde levantado
del árbol
dónde pierdo mi albedrío,
ni en el viento caliente del estío,
ni en la orilla del mar enamorado.

Hoy tú no estás
y la espera es larga
y sombría
pero con el ruido de mi aliento
te seguiré pensando
en mi silencio,
 mis pupilas se encenderán
 temblando
y mis labios
en una llama angustiante
y quejumbrosa
te seguirán llamando.

Iré por tibios rincones,
 abriré mis puertas
para que el sol te ilumine
y te indique
 el camino
 hacia mi querer.
Hoy tú no estás,
 te esperé con ansias
en mi larga noche,
inmóvil contemplé las estrellas,
grité con fuerza tu nombre
y sólo una luz azul
 bañó mi rostro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario