¿Quién eras tú?
Pienso que tienes los años justos y la voz
precisa
para – sin el ardid de una sonrisa –
enhebras la perfecta compañía.
Eres como de un país de hechicería
donde la briza ignora la ceniza y tu mirar es
un modo meloso
y aromado que atiza la braza y arremansa la
alegría.
¿O eres la proyección de mi costado soledoso?
¿O de mi sangre harta de pájaros y descansada
de besos apasionados?
¿O un dialogo inventado para cubrir mis ansias
locas de amar
con locura a alguien como tú?
Sueño creído, impulso que descarta la unidad
o milagro realizado con igual valor.
pero … ¿Quién eres tú?
Mis pinceles más leales se han propuesto
apresar tu verdadero rostro,
desentrañar las esenciales líneas donde tu
faro el aire acata
y en los esplendores del alba,
esperan el múltiple
venero donde emerge a raudales toda la luz
que quiere para tu piel, tus ojos
cenitales.
Pero es ardua la empresa no acierto ni el
rumbo ni la escala
y la alta luz tropieza sin saber quién eres tú
y en su ímpetu de ansiedades, preguntas que
resbalan
¿Cómo apresar la sosegada llama que desde
aquí,
muy lejos creo ver que se entibian en tus
ojos?
Misterio indescifrable, me enamoré de alguien
sin saber quién es
y mil preguntas mi corazón proclama.
¿Cómo son tus ojos que el frenesí al mirar
proclama?
Cuando creo que te incendias prodigios de
rojos,
de amores nuevos y vividos,
vislumbro pero apenas tu silueta viril y
fuerte aparece
¿Cómo apresar el aroma de tu piel?
¿O la mañana asomada a tu boca?
¿Quién eres tú solo?
Mi afiebrada paleta de poemas se pierde, se
anula, enamorada
se oculta en la enigmática y secreta zona de
la alborada
donde aparece el azul, el violeta, y al
nombrarlos se esfuma
en una airada fantástica pirueta
la sombra de ti, sigo sin saber quién eres.
Rondas mi vida en instantes misteriosos,
secretos,
dejas un halo de perfume almizclero
y dejas tu pensamiento audaz muy cerca de mí.
Mi paleta se obstinó en alcanzar el tono
inaccesible,
y se alucina, vuela hacia lo imposible y se
desploma
y no puedo saber quién eres tú
“
Victoriosa me bato
en
retirada,
ya
venerada mi alma
de querer
saber
¿Quién
eres tú? “
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