Páginas

viernes, 21 de diciembre de 2018

Cómo decirte


¿Cómo decirte
que te busco en el más allá,
en horizontes,
en el orbe todo?

¿Cómo decirte dónde estás,
tú, el ausente,
el inquieto peregrino,
el aventurero,
buscador de amores ocultos?

¿Cómo decirte
que espero que vengas a mí,
despacio,
en silencios umbríos?

¿Cómo decirte
que te busco en cada sombra?

¿Cómo decirte
que en el bruno rincón
veo tu figura esbelta
como esencia luminosa rodeándome
en su cerco de amor?

¿Cómo decirte
que te bebo con mi aliento,
que te acuno con mis labios,
que te trizo con mis abrazos?

¿Cómo decirte
que me abraces para susurrarte,
suavemente,
que eres el amado esperado,
el misterioso ser que inundó mi alma?

¿Cómo decirte
de mi vacío encendido
en los espejos rotos
de tu espíritu desdibujado
que me ahoga desde tu distancia?

¿Cómo decirte,
al fin,
que te amo más allá del amor,
que te deseo más allá de tu cuerpo,
que dominas toda mi razón,
desgranando mi piel?

¿Cómo decirte
que te quiero mío
y me quiero tuya
hasta la eternidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus caricias leves y suaves,
tus abrazos de silencio,
mi imagen en tus recuerdos?

¿Cómo decirte
que extraño tu voz,
ese bálsamo errabundo
que me busca en la oscura lejanía?

¿Cómo decirte
que mi angustia espera tu presencia
para seguir existiendo para ti?

¿Cómo decirte
que si no te encuentro mi pasión
se convertirá en polvo de cenizas
y tendrás que armarme
buscándome con tus besos
intensos y furtivos?

¿Cómo decirte
que necesito tus labios
y tu aroma de amor en flor
para que no exista más en mi vida
esta ausencia tenaz?

¿Cómo decirte que añoro
tu presencia para sentirme
como naranjal en flor
donde los azahares
me hacen temblar de felicidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus manos ruborosas,
plenas de caricias y calor?

¿Cómo decirte
que me ames para que sea mi piel
de abeja tibia palpitación
cerca de tu corazón?

¿Cómo decirte
que cerca de ti,
tus ojos con sus fuegos de amor,
de cálido verano me atan a ti
en cada mirada errante?

¿Cómo decirte,
amor,
que al estar junto a ti,
una música áurea del éter,
lejano,
colma mi alma en plenilunios
no más solitarios?

¿Cómo decirte
que te ruego que me ames
como un narciso
bebido por el sol de la tarde
mientras mis manos buscan
el agua de tu manantial?

¿Cómo decirte,
ya ahora,
en este instante,
entre canciones
y leyendas que tejen nuestro amor
que lo nuestro perdurará por siempre?

No hay comentarios:

Publicar un comentario