Torrente de amor
mis besos te buscan si cesar
y mi cuerpo anhela tus caricias, tus abrazos
te amo si saber quién eres
y cuando te acerques
rodará en mi rostro
la enternecida claridad que sueñas.
Por mirarte, amado,
en mis ojos hay público de estrellas.
Cuando sea tuya
y me tomes, trémulo,
habrá lirios naciendo en mi tierra.
Y el amor al sentirlo
besa, abraza si término,
buscado tras otro cielo en su cielo.
Torrente de amor.
Soy feliz en el aire,
buscando tus brazos,
volar donde ellos vuelan a sus rumbos,
sin clave, mejores que mis pasos.
Me ciñes a la distancia,
me arrebatas desde el más allá,
sin sentir que casi no estas a mi lado,
porque el aire lleva al colmo
las ternuras del tacto.
Torrente de amor.
Es que acaso no sietes huestes de besos,
de bandadas de porvenir en las manos,
de arrebatos y de calmas.
Te espero, necesito tus besos,
gozos y miradas,
esperados, esperado.
Nuestras almas, como ávidas gaviotas
se tenderán al viento de la entrega
y yo, fuete de olas,
te haré cósmico…
¡Hay tanto mar nadando en mis estrellas!
En cada alba, cuando estemos juntos
este poema exaltando la espera,
detendrá de emoción al mundo,
al regalo nupcial de auroras nuestras.
¡Qué caricia larga de acción me sube por las venas
anchas de recorrerme pensando en ti!
Torrente de amor.
me despierto cubierta por tus caricias lejanas
y siento que por mi cuerpo corren tus abrazos.
Estremecida y tenue, sigo pesando en tu imagen.
¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!
Torrente de amor
que recorre mi vida, mi voluntad, mis anhelos,
ya no sé de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo soy tu vida amor lejano!
Torrente de amor, de luz,
no puedo dejar de pensar en ti ni un instante
¡te deseo tanto!
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