Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 23 de agosto de 2018
Esperando tu llegada
Esperando tu llegada,
aquí estoy,
expectante y emocionada,
ansiosa,
entreluces del hoy y del
mañana.
Solo espero tu llegada,
cada día,
cada tarde solo tú
enciendes la flama
que no quema pero arde.
Esperando tu llegada,
para gozar sin prisa
de tu presencia añorada
para que veles mis noches de
sueños.
Quiero que en mis auroras
tu aroma me envuelva
y sentirte cerca mío,
muy cerca.
Esperando tu llegada,
en un tiempo cercano,
intimo y nuestro,
sin afanes indecisos,
sí con esperanzas nuevas
sin nunca más perdernos ya de
vista,
de volver a ser uno,
de juntarnos fatalmente
perdidos
en la vorágine de nuestros
besos.
Esperando tu llegada,
anhelada,
deseosa de sentir tú aliento
fresco y cálido.
Te espero aquí,
tras la paz de intactos cristales
en nuestro manantial de dicha
que suave mana,
en nuestros sueños
remontándonos a nubes altas.
Esperando tu llegada
busco tu sonrisa flotando en
el éter,
buscando tus labios
los míos para cubrirme de
besos,
disipando para siempre
las neblinas que me envolvían
tristemente.
Esperando tu llegada
mi corazón espera descansar
ahora,
en la breve rama de tu pecho
y aunque muera sé que vivo
en los claveles futuros de tu
cuerpo.
Esperando tu llegada
en el grave concierto del
otoño,
escuchando como los violines
agitan un mar de hojas
amarillas,
rojizas,
elevadas por el viento.
Te espero desde los campos de
amapolas
y solo tú irradiando tu
fulgor
secas las fuentes de mi
llanto.
Como el nardo juvenil
guardas en tus entrañas los
bálsamos
y secretos de lumbres
que hacia el tristísimo
corazón cansado,
lo colmas de las blancuras
del astro.
No importa que te aleje,
que aún no estés a mi lado
por mares o el tiempo te
aparten
porque por sobre la verde
muralla del agua
agitada llegas,
al fin a ver los carismas
divinos de la luz y del
canto.
Esperando tu llegada
mi corazón late en este rojo
silencio
de mis ríos interiores
y bien oculta duerme la
esencia del ser
que no logra vivir sin ti.
El amor ha de estallar
mañana,
retenido en pimpollo,
donde mi alma,
cercada de tinieblas
al infinito descansa.
Mil historias
Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.
Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.
Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.
Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.
Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.
Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.
Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.
Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.
Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.
Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.
Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.
Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.
Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.
Me buscas
Me buscas sin alas,
silencioso por los
aires,
me buscas recorriendo
distancias,
emocionado con versos
que se dan a la vida
como un milagro.
Me buscas con tu
ritmo cadencioso,
revoloteando entre
caricias y suspiros
en nuestros
encuentros entre rosas,
albores, celajes,
donde el tiempo se
pierde
en un ir y venir
infinito.
Me buscas con flechas
perfumadas
que lanzaste a mis
palabras
en un poema de amor
que viajó hasta tu
alma,
dulce estrella de la
pasión,
ojos de luna,
corazón suave y
tierno
de mi esperanzada
espera.
Me buscas pero de ti
conozco
tan solo tu alma
venida desde lejos,
alma que con pálido
encanto
es fuente sonora,
esencia del canto
¡es un reír de
aurora!
Sé que me querrás,
lo creo y lo veo.
Lo dicen tus ojos
cuando me miro en
ellos
y si así no fuera,
sólo tu recuerdo
llenaría mi vida
de amor no olvidado
por siempre.
Necesito un poco de
aire,
vestido de color,
para que suavice mi
alma
con un soplo de amor.
Me buscas pero prefiero ser libre
en mi espacio
abierto,
sin trabas ni cerrojos,
eso es todo un reto
pero por amor lo
acepto.
Me buscas y son mis
versos
los que se agitan y
rápidos
vuelan al papel que
los está esperando,
ansiosos de recibir
amores al vuelo
con melodías de amor.
Me buscas y mis ojos te miran
y van más allá,
no creen en ti,
otean el horizonte
buscando otro amor
que sea verdadero.
Me buscas y no
brillas aunque brilles…
no besa tu beso…
¡Quién te amó sólo
amaba cenizas!
Pondré en mis versos
el tesoro de las
noches raudas de inspiración.
Me buscas,
dame a beber la poesía
que tú inspiras para
darme
el valor de seguir
luchando
y amando siempre.
Me buscas y así,
si hemos de caer,
en pleno vuelo,
caerán nuestros
corazones
unidos iluminando la
amplitud del cielo,
plenos de luz como una estrella errante.