Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 27 de octubre de 2018
Déjame a solas
Déjame a solas
con mi alma triste y taciturna,
buscando en mi interior
la paz y el amor dormido.
Déjame llorar la pena de no verte,
exhalar un suspiro de amargura,
refugiarme en los brazos de la muerte
para no sufrir ya tanta tortura.
Déjame a solas
para acariciar sólo el recuerdo
de los besos que me dabas con pasión,
déjame para ver
si es que me pierdo
en un profundo mar
de oscuras aguas.
Déjame recordar
que una mañana me brindaste
el rosal de tu
ternura
y que bebimos del azul fontana
la excelencia del sol y de la luna.
Déjame enloquecer,
pues eso quiero,
hundirme en el rincón del desconsuelo.
Déjame navegar como velero
que no tiene timón ni timonero.
Déjame a solas
en un desierto,
acompañada tan sólo de mi pena,
para pensar que vives
y que no has muerto,
porque no mueren las personas buenas.
Déjame trasladar a otros lugares,
quiero tomar la senda que cogiste
para ver si te encuentro en otros lares,
y me quieres como antes me quisiste.
Déjame a solas,
más breve flota la esencia de la carne,
más breve el viento devorando el llanto,
nada se agolpa y todo es un rastro
nada es inédito dentro del aire.
Tú debes saber
que mi edad invisible rueda triste,
emergen los recuerdos
de nuestras noches de amor
como el aire que respiro.
Entonces te diré,
como flor sangrando desde mi hoja,
venciendo el papel que voy llenando
Poesía es Soledad,
solamente una palabra contra el mundo.
Déjame a solas
para pensar eternamente en ti,
mi amado ausente,
decir que el vacío sopla la razón
aquí en los huesos donde existo
no habría nada que el alma despierte,
solo tú lo podrías hacer,
solo tú, el amor que hace que las palabras ardan.
Ardientes ensueños
Ardientes
ensueños,
entre
deseos y ternuras,
juntos
en el alma y el cuerpo,
nosotros
nos amamos
bajo la tormenta oscura
de
palabras no dichas,
en el
misterio de la mirada,
hasta la ira o la melancolía,
nos unimos en un nocturno abandono.
Ardientes
ensueños,
como
dos relámpagos
entre
el sueño,
amanecemos atravesando auroras,
llegando
al horizonte azul
donde
todo se olvida.
Vivimos
tú y yo
una
secreta existencia
donde
el deseo nunca se extingue.
Ardientes
ensueños,
donde el
amor impera,
rumorea
una bandera de rosas,
suspendiendo
mi voz
entre
suspiros entrecortados,
dulces,
leves y profundos.
La
transparencia de tus sueños,
galopa
en mi camino de sombras
y me
haces prisionera
de tus
sonrisas y besos.
Tu
nombre llueve en mi piel
como
una cadena de flores
y en tu
suave tiempo imaginario
soy tuya hasta la muerte.
Ardientes
ensueños,
palpitares
únicos, sin límites,
iluminados por el Amor,
salvándonos
de la
mediocridad y del tedio.
Nos
amamos en nuestros ensueños,
sin
prejuicios ni condiciones,
sin
esperas ni reservas,
sin
egoísmos ni sombras,
sin
cadenas ni sumisiones.
Ardientes
ensueños
que nos
conducen
a la
profundidad del océano
con la
claridad del Sol en las montañas,
con la
fuerza suprema de vientos huracanados.
Ardientes
ensueños
que nos
llevan a amarnos
con la
blanca llama
de
nuestras almas despiertas,
con la
alegría de cielos infinitos,
peregrinando
juntos
hacia
la dicha divina e inmortal.
Te
siento cerca de mí,
tu
canto me atrae hacia ti,
más no
sé de donde,
eres
algo que vive
más allá de sí mismo,
mis ardientes ensueños
te envuelven, te acarician
y
aunque siempre eres nube
y horizonte lejano,
sientes
mis besos sobre tu alma.
Mi
camino
está
sembrado con tu nombre,
mi
espíritu solitario
te sueña en todas las cosas,
mi
espíritu te busca tras toda emoción.
Ardientes
ensueños
que
abren las puertas de mi vida,
que me
hacen escribir
imaginando libre
de
confusiones y miedos,
estrofas, versos
que
vienen hacia mí
sintiendo
renacer en mi mente y alma
amores
ya vividos o por vivir.
Con
lazos eternos nos hemos unidos,
me
arrojo en tus brazos,
en tu
alma me imprimo,
te
infundo en mi ser.
¡Las
almas que se aman
no
tienen olvido,
no
tienen ausencia,
no
tienen adiós!
Ardientes
ensueños,
palpitan
sus aromas,
tiemblan
las brisas,
los
besos cantan como chispas
que
lanzan astros y flores
en
vagas notas
que el
arpa lanza
como un
gran himno
de
esperanzas y ansias.
Amor en vuelo
Amor en
vuelo,
extendiste
tus alas emplumadas
de seda
áurea
y
comenzaste tu búsqueda
desde
las altas cimas
tratando
de encontrar el amor,
el
verdadero, el sentido, el profundo.
Avanza
por los cielos,
acortas
distancias,
viajas
con el viento en total silencio,
a veces
cantas canciones de ensueño,
brotan de tu alma poemas
dejando
puertas abiertas
para
que yo entre en tu corazón
de
almizcles y dulces.
Amor en
vuelo,
te
busco en el horizonte grave,
oteo
distancias para encontrarte
y así
abrazados
guarecernos
en nuestra cueva de amor.
Prometo
no esconder mis alas,
con
ellas cubriré tu cuerpo amado
haciendo
un nido cálido
y pleno
de amor.
Nos
encontramos
en las
cimas del beso
sin
dudas y sin mañanas.
En el
vértice puro de la alegría alta,
multiplicando júbilos por júbilos,
por risas, por placeres.
Apuntando
en el aire las cifras fabulosas,
sin
peso de tu dicha.
Amor en
vuelo, a ti se llega por ti.
Te
espero.
Yo sí
que sé donde estoy,
mi
lugar, mi lar de por vida,
pero no
sé donde estuve contigo,
allí me
llevaste tú,
eres de
otro mundo
y en tu
devenir e ir me buscas
con
febril ansiedad
y me
depositas sin yo mirar nada
ni
aprender el camino,
sólo
estar contigo,
mi
andar es el tuyo
y
cuando tú partas otra vez
¿Qué
puedo hacer yo
sin tan
sólo verte partir?
¡Qué
desterrada, qué ausente,
es
estar donde uno está sólo!.
No
quiero cielos nuevos,
yo
quiero estar donde estuve contigo,
volver
a tus brazos.
Amor en
vuelo
y
mientras no vengas tú
en mi
búsqueda
yo me quedaré
en la orilla de los vuelos,
de los
sueños, de las estelas, inmóvil.
Porque
sé que donde estuve,
ni alas
ni ruedas ni velas, llevan.
Todavía
van extraviadas
porque
sé que donde estuve,
sólo se
va contigo.
Sola en
mis noches
escribiré
para ti mis versos,
los
compilaré quizás
en un libro que tú nunca leerás
porque no llegará a tus manos.
Cuando
repaso algunas de mis estrofas,
el
corazón se asombra
de
tanto amor que ofrece,
las
quiero por ingenuas,
piensan
que vuelan
solo
porque mi frente rozan
sus
alas de mirlo.
Las
quiero por audaces,
vuelan
altos,
yo sé
que en sus anhelos hay horizontes
para
los mundos y los cielos.
¡Llevan
todas mis ilusiones,
volando
como insecto de luz
en sus
canciones!
Amor en
vuelo,
búscame
siempre como alma sonora
de
armonía de flotantes alas,
tráeme
silencio azul
en tus
etéreas alas
que
descienden hacia mí
por
diáfanas escalas
entre
ecos halagadores
y
música de ritmo sin fin
entre
inspiración única y sagrada.