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martes, 8 de enero de 2019

A donde nunca fuimos


A donde nunca fuimos para esperar los ruidos
de nuestro amor lejano,
atravesaremos   los parques, los bosques, la selva ,los caminos,
para  encontrarnos otra vez juntos,
en  esa paz milagrosa  que emana de ti.
Eres mi amigo, mi hermano, mi confidente, mi amante,
Mi tierna sombra que  guía mi camino,
Mi silencio tardío  pleno de luz, esa,
la  que tú irradias desde tu alma.
Por el sendero que en el bosque de sombras
abre  el lucero, tu luz ilumina mi corazón
que  palpita hacia la luna que es temblor de manos
y palpitar de besos.
Y sentir en un instante inesperado
el  miedo a amar y dejarse amar,
miedo     a pasión desbocada,
miedo   a ser ramas entrelazadas
que  unirían como un bosque   sombrío   nuestro existir
bajo los gajos confundidos de los ligustros anhelantes.
Miedo a ser naturaleza viva en la naturaleza ya muerta.

                                                      “Si hubiera sabido
                                                         la falta que me haces
                                                         no hubiera malgastado
                                                        el tiempo que perdimos”

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