Déjame volar por los aires nuevos,
hacia el cielo azul, hacia el mar plácido o
violento
pero que me sienta libre como un pájaro
o mejor como una golondrina que después vuelve
a su propio nido
donde están acurrucadas juntas plenas de amor.
no quiero ataduras, no me quites mi libertad,
déjame ser yo misma para que volando
crea nuevos poemas de amor
que se van entrelazando con las nubes,
inquietos, bravíos,
por encontrar un lugar donde posarse
páginas que tiemblan de emoción al recibirlos.
Déjame volar no cortes mi albedrio, desata
tus cuerdas de amor a mi alrededor
tan sólo por instantes breves pero hazlo.
Te amo mucho pero eso no significa
que existan entre los dos candados, cerrojos,
llaves mágicas
que no me permiten que sea libre por unos
momentos de felicidad
por qué no puedo vivir en penumbras
que crecen con la vida esperando que me dejes
libre,
libre para que pueda encontrar una musa más
pura
en cuyo espacio verterá el olvido del
encierro.
Esto no significa que no te ame, mi amado, es
que tan sólo te suplico
me dejes salir de tus brazos que se enlazan
con los míos
para vislumbrar nuevos paisajes, plenos de
flores,
crepúsculos rojizos, amaneceres límpidos,
lunas en sus eclipses
y la tierra seca esperando mis lágrimas
de felicidad como lluvia que refresca su
aridez.
y cuando creas que puedo volar me hago
invisible
detrás de un árbol así mi mano escribirá el
poema deseado.
Déjame volar, devoraré mis gritos, mis
temblores
y te dejare unos momentos con tu piel
fantasmal y traicionera
que me ahoga desde esta distancia tan
presente.
No me ahogues ni arranques mi carne con cada
abrazo tuyo
aparecerá mi desamor y el alma en cada beso.
Yo no sé qué pretendes tu si matarme con tu
amor arraigado
o dejarme presa para siempre.
No podrás, volaré lejos, muy lejos, viviré sin
presentir tu cercanía
tan fuerte y arrogante
¡No me encontrarás!
“Una
lágrima
encendida
como beso de plata
limpia
la noche procaz “
No hay comentarios:
Publicar un comentario