El aroma de tu piel recorre mi cuerpo en oscilaciones ondulantes
dejando en mi cuerpo tu perfume eterno del amor.
En el ayer y en el Hoy siento que me buscas con una luz de canto suave
y melodioso en una
escala de penumbras con una música en el aire, un murmullo apenas que
sonroja mi alma.
El aroma de tu piel me ha impregnado toda, siento el latir de tu
ausencia, tu voz sin sílabas
de otra voz lejana.
Te quiero cerca de mío,
mis puertas están abiertas para ti,
quiero tu rostro vuelto hacia mí,
en una escena más de nuestra vida.
Es mi sueño tenerte entre mis brazos tejiendo la trama de lo íntimo con
una aguja de cristal.
No quiero que el tiempo, araña voraz, desteje con saña lo por mí que he
bordado en tí con una
aguja de coral, ni que el sueño, inasible colibrí, se me vuele de las
manos alejándome de tí.
El aroma de tu piel ya no se diluirá más en la distancia, por el
contrario, me envuelve más y más, como remolino, donde confluyen todos mis
raudales, unos arrastran tiernos recentales,
otros se encrespan con furor felino.
Madrigales de amor nutren el confundido torbellino.
Incuba el pecho una avidez de trino, se alzan hondos relinchos
genitales.
Vendrás hacia mí buscándome infatigablemente desde el fondo de mi espejo
claro
donde mi eterno catalejo te pierde,
te encuentre, te construye, te reitera.
Quiero contigo vivir mi libre albedrío, no ser tu prisionera ni tu esclava,
sí quiero ser tu amante en instantes inolvidables y eternos.
El aroma de tu piel como respuesta a mi mudo ruego de mi ansiedad,
de esplendorosa inquieta escala,
el parapeto altivo de mi cuerpo y tu sudor viril y tu sosiego,
hacen despuntar , inédito, el temblor del fuego que enciendes en cada
latido de mi piel desnuda y cálida.
Necesito el dibujo de tus labios prietos en una madura respuesta a mi
mudo ruego de ansiedad de tenerte conmigo
“El
gozo de ser amado
Es
la impoluta confidencia
de
dos almas que han hallado
la
voz silenciosa del encuentro”
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