El camino del
silencio,
Tú,
en el alto
balcón de tu silencio,
Yo,
en la barca,
sin rumbo de
mi vida,
Los dos
perdidos
por igual
camino,
tú esperando
mi voz
y yo,
esperando…
Esclavo tú
del horizonte
inútil,
encadenada yo
de mi pasado,
mi silueta de
nave en tu pupila,
no eres más
mi brújula
y timón para
mis brazos.
En pie en el
alto barandal marino
tú aguardarías
mi llegada en
vano,
yo habría de
llegar
sobre la espuma
en el
amanecer
de un día
blanco.
El camino del
silencio,
me perdí
en la niebla
de tu encuentro,
por el alto
balcón
de tu
silencio.
Olvidé la
señal para mi barco.
El camino del
silencio,
me perdí
buscándote
como un pájaro
ciego por los
años.
La voz
precisa
quedó bajo el
silencio sepultado.
No lo puedo
decir,
el eco se fue
se fue lejos,
repitiendo
mis palabras
y acaso es
largo el camino
que el daño me asegura.
No lo puedo
decir,
y sin embargo
sé que está cerca
la total
negrura.
No lo puedo
decir,
mis labios
están sellados,
mi búsqueda
se perdió
en la nada.
No lo puedo
decir,
todas las
penas
se van
volviendo ya
como serenas
soledades
que aquí
no tienen
signo.
El camino del
silencio,
y aunque la
muerte
simplemente
abra,
aunque al fin
me arrebaten la palabra,
no me voy a
callar
ni me resigno.
Mi camino
buscará la luz
y las mágicas
palabras
que me den alegría
y no pesares.
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