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jueves, 7 de febrero de 2019

Tu voz


Tu voz, cántaro de tiempo,
seducción de amor,
episodio que borra al fin tu sangre de los cantos.
Con que levedad el viento,
con que argucia los recuerdos acuden a mi memoria.
Con que dulzura las palabras viajan por entre el viento.
Susurros a mi lado,
suavemente, con ternura,
con levedad de amor tus palabras dicen:
“Mi princesa”,
“Mi mundo”,
“Mi hada”,
y estallaba tu risa en luminoso torrente de tu abrazo.
bastan dos palabras:
¡Te amo¡
y florece una rosa blanca,
justo en medio de la noche.
Tu murmullo es una música en el aire.
Es el latir de la ausencia la voz sin silabas de tu voz,
la que ha sido,
la que es,
la que amo como puerta abierta al amor,
cierto, verdadero, total.
La palabra en tu voz desbroza el campo de nuestra higuera primordial
y allí regresa en tus manos
al abrir lo que la palabra no sospecha,
mi puro existir para ti.
Canto de nuestras voces juntas
que hoy nuestro viento aviva,
viento que en su momento es quietud.
Tu voz, acariciante, plena de amor,
se adentró en mi,
hizo revivir mi deseo,
mi gozo, mi placer de estar junto a ti.
Con tu voz fresca pertinaz, enredadera,
me ciñes, trituras mi desgano
y disuelves mi porte en un vaho
de campestre otoñal.
tú que en mis venas pirueteas,
has fluir y refluir mis amores,
te deseo entre mis brazos apretujándome,
enlazado entre tu cuerpo y el mío.
Un agua no pausada,
si cantada, se allega por tus manos a mi pecho.
¡Te amo amor mío
y tu voz siempre presente en mi Hoy!.

                                               “¡Que sensación tan profunda
                                               tu voz arranca de mis entrañas!
                                               ¡Que gritos de amor desgarras
                                               de mis poros y mi sangre!”

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