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jueves, 7 de marzo de 2019

Soy mujer


Soy mujer,
vulnerable,
sensible,
que oculta y dormida
me escondí del amor
por un tiempo muy largo,
días,
tal vez años,
con temores ocultos
a ser lastimada y herida.

Soy mujer
y ahora soy libre como el viento,
para amar, para soñar,
para elevarme hasta el cielo si quisiera
porque nadie decide mis sentimientos,
nadie le pone alto a mis devaneos.

Amo el amor
y canto mis palabras dulces
que como desafiantes jinetes del aire
se vuelcan en páginas de colores
como prosas de amor
inventando nuevos mundos
desde las frases tiernas
y llevando a las alturas
como aves peregrinas
las lágrimas que se van con ellas.

Soy mujer,
me invento en la cumbre
adivinada entre árboles retorcidos
buscando el retorno de la sonrisa.

Sigo las huellas de mis pasos
en soledades mías,
muy mías,
quiero estar allí contigo
pero tengo miedo de amar
y debo estar acá.

El amor nunca perdona
a quienes saben amar.
Se cobra su tributo,
le pago sin demora,
con el dolor de la distancia,
antes…
y ahora.

Soy mujer
y desde lejos te miro
con mis ojos cenicientos de cristal
y me duele muy dentro.

Soy mujer
y no quiero encontrarte ahora
que soy libre,
me ahogarías,
me arrancarías el aliento
en cada abrazo,
me desarmarías el alma
en cada beso.

Nos uniríamos
en el fino aliento de la aurora,
entre claridades que perforarían nubes
y volaríamos entre frondas salvajes,
sintiéndonos juntos,
muy juntos.

Soy mujer
que en este hoy clama por ser amada
y desea que hagas allí,
en tu corazón,
una imagen viva y radiante,
feliz y colmada en arrullos de amor
que despacito iría hacia ti,
entre besos de pasión y deseo.

Soy mujer
y a pesar de que el amor
me llevará a sufrir
quiero en este instante
que nuestros ojos,
en el fuego de la tarde
nos lleven a vivir con alegrías plenas,
bajo cinceles embebidos
de nuestro sentir noble y puro.

Soy mujer poeta,
soy la flor que deshoja cada amanecer,
llevo conmigo todos los aromas,
la dulzura de la miel,
el calor en una noche de amor,
mi sueño eterno,
mi leyenda de otoño en serenata.

Soy mujer
que ama más allá del tiempo
y la distancia que te busca
en los días de tormenta,
en la placidez del agua
que en mi piel revolotea al sentirte
mío para siempre
sin angustias ni pesares.

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