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martes, 27 de agosto de 2019

Desdén


Desdén,
 palabra no pronunciada
cuyo significado hace estremecer mi alma,
nunca lo sentí en ningún momento de mi vida hacia nadie,
 pero en este instante surgió en mi mente,
 ¿cuál es la razón?

Desdén,
es lo que conmueve las fibras más íntimas de mi ser,
es el desaire que a veces por instantes inunda
nuestras almas por el dolor que alguien nos provocó.

Si se acerca el desdén muestro desprecio
 poniendo a prueba el ingenio con sagaces aforismos
que me llegan subrayados con significativas miradas de envidia,
celos, menosprecio,
a los que respondo con total
 indiferencia sin inquietarme un ápice,
sin juzgar actos y pensamientos malsanos,
 me inunda una tolerancia objetiva hacia su existencia
 y por segundos me invade un profundo desagrado.

Frío desdén,
mi rostro llevado del desprecio y la diversión esboza
 una expresión de ira y amargura que dura tan sólo un instante
 ya que vuelvo a ser yo,
la pura mujer poeta que es totalmente ajena
 al mundo material que me rodea.

Mantendré con aguas descendidas
 por las fieles veredas de mi pecho
 todo el amor que me inunda cuando el cielo se afila al conjuro
 de un sutil cosquilleo de flautas
 que alejan de mí sentimientos malvados.

La última estrella remisa abandona su puesto de guardia
 desde donde los ángeles me protegen y cuidan
para que mi alma encendida y liviana
 lleve su amor por doquier.

Desdén,
no estás en mí tratando de sacarme de mi vida casta
 para arrástrame con sed de verme
en el silencio del mundo de las sombras miedosas,
 delgadas, oscuras,
para que me interne en el inframundo de lo desconocido.

No lo lograrás,
la luz brillante me envuelve en el gran aire vacío de dudas,
 dolores,
penas y soledades,
entre azares sin respuestas.

¡Qué gran plenitud vivir en paz y armonía
 desoyendo las palabras sin color,
 tan vagas como las sombras!
Entre jazmines,
rosas, azucenas,
alelíes,
están los nombres de los que no mienten
 ni hacen daño ni te hieren,
 mientras haya cantos en la oropéndola,
la vida es felicidad plena.

El futuro es distancia,
 no deseo perderme en lo venidero,
 quiero acercarme a mi presente sin desdenes
 que me acosen en las largas dulzuras del minuto
 de tiempo al tiempo,
sin torpes atropellos,
entre quietudes y calmas,
el alma se enaltece en búsqueda de la verdad.

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