Páginas

lunes, 2 de septiembre de 2019

Momentos vividos


Momentos vividos,
tan sólo minutos de un tiempo de amor
Y esto cambió mi vida para siempre.
es increíble ver como la vida va cambiando más rápido,
día a día, segundo a segundo,
como ha dejado de ser tan natural,
tan vivo como antes.
Cada vez se escucha menos el murmurar de los vientos cálidos,
ahora se palpita menos el resplandor de la luna
y el calor suave del sol.
Desde que desapareciste,
todo se volvió de súbito húmedo, denso, frio, vacío.
El viento grita día a día con ansiedad,
con una enorme tristeza,
porque te tuve en mis brazos un minuto, dos, tres y no más…

Momentos vividos,
te quiero a mi lado más, mucho más,
mirándonos a la cara,
besos cálidos entre los dos,
tímidos y gozosos placenteros y sin fin.
Horizontal así te quiero junto a mí,
No desaparezcas quédate inmóvil, marmóreo,
quiero que yo con mis caricias y mis abrazos,
te haré vivir un instante largo de felicidad…
Podrá nublarse el sol eternamente.
Podrá secarse en un instante el mar.
Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
¡todo esto podrá suceder!
Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.

Momentos vividos,
no te vayas aún, deja ya que mis manos acaricien tu frente,
deja ya que mis labios besen,
con mil besos todo tu cuerpo.
Pero ya no te puedo encontrar,
allí en esa distancia, precisa, con tu nombre donde estás ausente.
Por irte a buscar abandonaré todo,
Pero aún no te veo y no sé dónde estás.
En vano iría en busca tuya,
allí en donde todo fue mi pensamiento,
a sorprender tu sueño o tu risa.
Tú andas entre el aquí y el allí.
Tienes mi alma suspensa, toda sobre el gran vacío,
sin poderte besar ni un milímetro de tu cuerpo.
Tu sola vida es un querer irte en silencio,
en un tránsito vives, en alejarte de mí,
no en el mar, ni en la tierra, ni en el aire que atraviesas,
Anheloso con tu cuerpo como si viajaras.

Momentos vividos,
quisiera estar contigo siempre, no sólo algunas veces,
sufro cada vez que partes
y quisiera todos los días tenerte.
y yo perdida, ciega, no sé con qué alcanzarte,
en donde estés,
si con abrir la puerta nada más o con gritos,
sentirías llegar mi ansia en la absoluta espera inmóvil del amor,
inminencia, gozo, pánico sin otras alas que silencios,
alas de amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario