Lluvia
de amor
que va
cayendo en mi corazón,
lluvia que resbala por los cristales
en
gotas de agua dulce
que
recorren hasta el último de los rincones,
provocando
divinas sensaciones
que se
estancan
en mil
sentimientos interminables.
Se
convierten en un vuelo
de
palabras blancas que mojan,
lentamente, el alma.
Lluvia
de amor,
eres el
espíritu de mis amores,
eres
esperanza y razón,
eres
lluvia fresca en mis manos,
eres
quien busca los sueños
vestido
de estrella,
eres lluvia frondosa del cielo,
sol que irrumpe detrás de las montañas,
aire
que levanta,
que da
fuerza y vida al amor.
Tan
convencida estoy
de tu
gran transparencia,
en la
que vivo,
de que
la luz, la lluvia, el cielo,
son
formas en que te esquivas,
vaga
interposición entre tú y tú.
Nunca
estoy sola
mientras
la luz del día ilumina tu alma
o cuando al encenderse las estrellas
me van
diciendo palabras que tú piensas.
Esa
gota de lluvia
que cae
sobre el papel es
como
una difusa flor de azahar
que tú
me envías
desde donde vives.
Eres
esas pequeñas gotas
de
sentires y relámpagos
que
poco a poco va calmando
en finos diamantes
la
tormenta del alma,
empapando cada espacio
de los
corazones enamorados.
Eres
agua pura
cuya
presencia engalana,
caricia
divina salpicada de sonrisas.
¡Qué
siempre llueva, lluvia fresca del alma
y al
final deje un arco iris!
Lluvia
de amor para el corazón,
lluvia fresca de brisas y amores,
en
besos ardientes y caricias suaves.
Lluvia
frondosa convertida en amor.
A
través de la lluvia
me
llegas tú,
entre
gotas frías
que
acarician mi rostro,
llenas
de armonías las siento,
cierro
mis ojos
mientras
lentamente te pienso
y
lentamente te siento.
Románticos
pensamientos
llueven en mi mente,
atrapando
la lluvia un sinfín de sensaciones.
Yo sólo
te sueño, amor mío
y te
siento conmigo
mientras
la lluvia cae…
en su
húmedo y romántico velo
que me
suaviza…
como
brisa de terciopelo
recordándote
y haciéndome feliz
en este
ensueño bello
como
las gotas que caen
en el cristal de mi ventana.
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