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martes, 15 de octubre de 2019

Si tan solo…


Si tan solo te fueras por un instante
y al otro te tuviera conmigo,
latirían tus pasos
en todas esas vagas sombras de ruidos,
tenues,
que suenan a ecos
en la alta noche estrellada.

Si tan solo pudiera acercarme a ti
y darlo todo por tan sólo una mirada,
surcar por los mares
y poder verte
aun cuando siempre estás en mi presente.

Si tan solo pudiera detener el tiempo,
si estuvieras frente a frente…
caería desfallecida ante tu sonrisa
y podríamos contemplarnos
en los aires tersos del cielo infinito.

Todo sonido en eco tuyo
me lo convierte el alma que te espera.
Vienes solo hacia mi
y tus pasos se sienten
siempre de estar viniendo por la ausencia,
Dando ese largo rodeo
que das para volver.

Si tan solo pudiera vencer
las leyes que rigen el universo
y llevarte de la mano muy lejos,
donde estemos tú y yo,
hacia los astros mas lejanos,
a las estrellas más distantes,
y susurrarte al oído
suavemente mis verso de amor para ti.

Si tan solo pudiera cambiar
en un segundo mi tristeza de ayer
y ser la melodía que tu alma enamorada
hoy desea escuchar,
quisiera llenar los huecos de tu alma
con ternura infinita
y hacerte suspirar
al contemplar la luna
en cada anochecer.

Si tan solo pudiera ser luz
y desgarrar las sombras
que hay en tu corazón
y transformar tu vida…

¡Si pudiera mi amor!...
¡si pudiera! Pero solo soy…
tan solo una mujer poeta
que le da por soñar,
que hoy tiene en su alma
un sinfín de ilusiones
casi todas marchitas
desapareciendo en instantes
sus sueños y alegrías
por no estar a tu lado.

Solamente soy el eco de un lamento,
una voz en el viento
que gime en cada verso,
¡yo no soy más que eso!

Si tan solo me vieras,
tu libertad,
el tiempo en que tú la gozabas,
se sentiría junto a mi
como siente el agua del puerto,
pensativa en las quillas inmóviles
sin turbulencias ni borrascas.

Si tan solo nuestros largos goces iniciados,
nuestras caricias no terminadas
pudieran en lento encanto
hacerlas aparecer,
sin ansias,
sin prisas,
descubriendo nuestros cuerpos
sin tocarnos,
solo por tactos inventados,
allí, en plena luz del amor.

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