Páginas

lunes, 4 de noviembre de 2019

Renacer cada día


Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.

Quiero sentir contigo las tormentas triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos en sus hilos dorados.

Renacer cada día, ofreciendo mis más íntimos madrigales de amor
 a ti, mi amado,  llevándote
por los misteriosos laberintos de mis sentimientos.
Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi soledad,
levantando mi voz con cuerdas de resonancia en mis manos.

Renacer cada día, evocando odas
y caminando por líneas de pasión entre mayúsculas de libertad.
Amo la naturaleza junto a ti,
cuando busca su calor la solitaria gota de rocío
en el pétalo de una perfumada flor.

Al fondo de los profundos océanos astrales
buscaré en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus,
abrigando ilusiones en las noches de euforia,
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes, que el viento agita llevándolas a tus manos.

Renacer cada día
 en poemas que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos unen entre frases de amor
que van brotando florecidas.
Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.
Si respiro tus sueños despierto en tus pensamientos.

Soy la que ya no vive si no estás a su lado.
El amor surge en cada amanecer,
esperando renacer cada día,  llenando mi alma de amor.
En cada palabra, en cada frase de amor,
expreso lo que siento en mis horas solitarias
en las que no dejo de pensarte.
Clamo por ti mi amado amante, tú eres la luz de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.

Renacer cada día, donde evoco tu presencia
y mi alma ansiosa en melodías te envía como mensajes,
 letras de amor,  por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú inspiraste,
mi numen, el único y verdadero en mi vida.

Renacer cada día, sin rendirnos jamás.
En volandas, en un equilibrio estremecido,
me alzo hacia el azul cielo
en un puro silencio de nuestro existir,
en una gran pausa entre vida y muerte
porque así se crea el escenario de un gran amor.

¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario