Resignación,
mis
pensamientos corren de prisa inconformados,
de
que tú te alejas en silencio, en sigilo,
huyes
de mí y entonces debo aceptar lo inevitable,
una
pasión que fue intensa ya pasó
y
nunca volverá.
La
noche es la que me hace recordar,
a
quien tanto amé
y me
hace lamentar lo que no pude hacer,
para
que continuaras amándome,
y
entonces escribo cartas de amor que nunca leerás.
Resignación,
ya
no quedan hechizos de luna llena,
se
acabaron las pociones mágicas,
ya
no sirven los rezos ni las lágrimas,
ni
hay deseos que te hagan regresar.
Aceptando
mi destino con entereza,
me
resigno hoy a perderte.
¡sé
que nunca volverás!
me
resigno estrenando estrategias,
si
tanto anhelo me ha servido,
quizás
a través de este olvido,
regreses
algún día a mi vida.
Resignación,
Me
enfundo en el traje de la esperanza
y
desearía con toda mi alma susurrarte al oído,
con
palabras mudas que mis tibias lagrimas derramo,
Desconsolada
al alba son por ti mi amado ausente.
Me
refugio en mis versos, en poesías de amor,
esperando
que pase la tormenta del alma,
y
que mi lánguida tristeza desaparezca
y
deje ese vacío insistente que recorre mi esencia.
Resignación,
es
herida sángrate, son sueños rotos,
pero
debo aceptarla y convivir con la derrota.
buscaré
despacio, paso a paso,
otro
amor que colme mi bosque con luces celestes.
Y
que cada estrella sea para mí,
un
beso lanzado al aire,
que
se guarda en el manto de la noche.
Y
así este nuevo amor me colmará,
de
besos , de apretados abrazos, de cariños.
Resignación,
pareciera
que el tiempo corre lento,
pero
la risa, la alegría, los cantos, volverán a mí,
ya
que tú mi nuevo amor colmará de paz, de bonanza,
y de
felicidad, mi alma que tan herida estaba.
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