Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 7 de marzo de 2019
Mi vida eres tú
Mi vida eres tú
(porque a tu lado,
río, canto y sueño)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(contigo aprendí que mi felicidad
está a tu lado)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(cada dia quiero más de ti)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(transición de tu mente en la mía,
en cuerpo y alma)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(deslumbras mis cielos
y mis crepúsculos)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(eres mi barco de rumbos dulces)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(eres la flecha quemante
clavada en mi alma)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(eres el lucero
que guía mis pasos)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(apuras en mí la breve llama
la inmensidad del tiempo)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(ahuyentas el miedo de mis ojos
como palomas del suelo)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(sostienes gozosamente
sobre los lotos del olvido
mis ayeres de dolor)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(mi rosa en el rosal,
mi tibieza en el viento,
se comparan con el estar a tu lado)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(con corona de jilguero
sonreímos al amor
guiándonos en la barca de los cuentos)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(en la tarde de pausadas
lluvias juntos,
muy juntos,
nos amamos)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(en los bosques floridos del sueño,
contigo quiero siempre estar)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(bajo la esmeralda
temblorosa de los parrales
nos amamos con pasión)
Soy feliz
Mi vida eres tú
(amor total hay entre tú y yo,
abrazada a tí,
vuelo)
Soy feliz
¡Qué cosecha de flores y frutos
de tu regazo dejaste caer
por mis senderos,
para que mi amor fluyera
a las cumbres rojas del lucero!
Déjame a solas
Déjame
a solas,
no
quiero más
tu amor
frío y silencioso,
es
húmedo río subterráneo
en los
tejidos de mi ser.
Déjame
a solas,
que no
paralices mis sentidos,
no
deseo recordarte
ni un
instante más.
Déjame
a solas,
¡márchate
ya!
bramando
en torbellino ciego,
llévate
tu tempestad,
volteando
tu raudo mundo,
déjame
curar éste dolor profundo
que
inunda mi alma de lágrimas
como
cataratas que la dejan vacía
y sin
esperanzas.
Déjame
a solas,
nunca
más quiero sentir
que
sabías a silencio y a sueños
y a
tactos de deseos,
sabías
a mi mundo,
a todo
lo que anhelaba,
sabías
a amor,
a mi
amor.
Quiero
reír sin tristezas,
llorar
con sonrisas,
¡vete
ya de mi vida!
¡déjame
a solas
con mi
nostalgia de tus besos
y poder
escuchar tu melodía
aún
cuando estés lejos,
aún
cuando ya no estés!
No
necesito tus ojos para ver
ni tus
labios para sentir,
ni tu
alma para vivir,
ni tu
existencia en mi vida
para
sonreír
ni te
necesito
para
saber amar.
Déjame
a solas,
no
quiero lágrimas
con
emociones llenas de ti
y de mi
llenando surcos de pasión,
aclarando
tristezas,
llenando
melancolías,
lágrimas
que eran
tan
sólo para quererte
y
guardadas con sentimiento.
Déjame
a solas,
soñándote
en cada anochecer,
sin
colores,
sin
esperanzas,
sin
anhelos,
sin
nada que me recuerde a ti,
ni tus
suaves palabras en mis sueños
que
ilusionaron mares,
que
significaron tu presencia,
secretos
ya idos de amores a voces.
El
tiempo de amarnos
entre
tú y yo ya no existe,
déjame
a solas soñar con el amor,
caricias
y besos
verdaderos
y plenos.
Alma sombría,
no
llegues más a mí,
no
mereces castigo ni reproches,
no te
veré en el pliego
más
negro de la noche,
ahora
sin ti
brillarán
más las lejanas estrellas.
Eres ya
luz
entre
sombras que no me alcanza,
eres
flores entre ruinas sin color ni aroma,
eres falso
clamor entre dulces caricias
nunca
más encontradas.
Déjame
a solas,
olvidarte
casi en el borde del fracaso,
en el
final que asombra.
Ahora,
sola al
fin,
una luz
que el sol
no sabe
ilumina mi alma
con sus
rayos de amor,
límpido
y brillante.
Vivo en
una claridad,
en una
transparencia de paz
en el
gran milagro de un cenital
esplendor
por no estar más a tu lado.
Soy mujer
Soy
mujer,
vulnerable,
sensible,
que
oculta y dormida
me
escondí del amor
por un
tiempo muy largo,
días,
tal vez
años,
con
temores ocultos
a ser
lastimada y herida.
Soy
mujer
y ahora
soy libre como el viento,
para
amar, para soñar,
para
elevarme hasta el cielo si quisiera
porque
nadie decide mis sentimientos,
nadie
le pone alto a mis devaneos.
Amo el
amor
y canto
mis palabras dulces
que
como desafiantes jinetes del aire
se
vuelcan en páginas de colores
como
prosas de amor
inventando
nuevos mundos
desde
las frases tiernas
y
llevando a las alturas
como
aves peregrinas
las
lágrimas que se van con ellas.
Soy
mujer,
me
invento en la cumbre
adivinada
entre árboles retorcidos
buscando
el retorno de la sonrisa.
Sigo
las huellas de mis pasos
en
soledades mías,
muy
mías,
quiero
estar allí contigo
pero
tengo miedo de amar
y debo
estar acá.
El amor
nunca perdona
a
quienes saben amar.
Se
cobra su tributo,
le pago
sin demora,
con el
dolor de la distancia,
antes…
y
ahora.
Soy
mujer
y desde
lejos te miro
con mis
ojos cenicientos de cristal
y me
duele muy dentro.
Soy
mujer
y no
quiero encontrarte ahora
que soy
libre,
me
ahogarías,
me
arrancarías el aliento
en cada
abrazo,
me
desarmarías el alma
en cada
beso.
Nos
uniríamos
en el
fino aliento de la aurora,
entre
claridades que perforarían nubes
y
volaríamos entre frondas salvajes,
sintiéndonos
juntos,
muy
juntos.
Soy
mujer
que en
este hoy clama por ser amada
y desea
que hagas allí,
en tu
corazón,
una
imagen viva y radiante,
feliz y
colmada en arrullos de amor
que
despacito iría hacia ti,
entre
besos de pasión y deseo.
Soy
mujer
y a
pesar de que el amor
me
llevará a sufrir
quiero
en este instante
que
nuestros ojos,
en el
fuego de la tarde
nos
lleven a vivir con alegrías plenas,
bajo
cinceles embebidos
de
nuestro sentir noble y puro.
Soy
mujer poeta,
soy la
flor que deshoja cada amanecer,
llevo
conmigo todos los aromas,
la
dulzura de la miel,
el
calor en una noche de amor,
mi
sueño eterno,
mi
leyenda de otoño en serenata.
Soy
mujer
que ama
más allá del tiempo
y la
distancia que te busca
en los
días de tormenta,
en la
placidez del agua
que en
mi piel revolotea al sentirte
mío
para siempre
sin
angustias ni pesares.