Páginas

Gracias


Gracias a ti por hacerme feliz.
Gracias por ser mi sol y el jardinero que hace florecer mi alma.
Gracias por haber llegado a mi vida cuando tenía razones para llorar
 y a darme motivos para reír.
Gracias por existir en el río de mi alma.
Gracias por adiestrarme en el mar, lo recorrí con deleite contigo a tu lado,
sin reloj ni calendario.
Gracias a ti mi memoria del cruel pasado se perdió
y viví como de sueño mi mundo Íntimo.
Gracias a ti mi voz calla obnubilada.
Gracias a ti, amo con toda mi alma.

“El arte de vivir,
es amando a cada instante”

Silencio



Silencio, frio, helado, tenaz, que nos inundó a los dos,
separándonos, nos alejó uno del otro.
No quiero guardar mis silencios entre tú y yo,
lleva tus manos a mi pecho , amor, que desnudándote caminos,
sobre el muro que cerca mi silencio.
En silencio la piel de tu costado que une, enciende sobre el ojo,
avivado del deseo y flota tú cintura sobre el agua que emanan,
mis recónditos adentros.
En silencio balancea en tu frente una coraza de aire,
que se escapa de tus dedos y sobre mis besos las palabras une,
tus oídos a mi verso.
Amor, eleva tu nombre contra el cielo, amor que desnudándote,
caminas sobre el muro que cierra mi silencio.

“La luna es una espada,
en cuyo filo duerme el amor”


Leyenda



Mis pasos de alondra,
pisaron un otoño húmedo y te sentí volar,
entre la fronda indiferente de viejos pergaminos.
Quise seguir tu vuelo solitario.
Quise amarrar tus ojos a tus alas.
Quise rehacer mis dedos con tus plumas.
Más tu volabas… volabas…
Autómata juguete de papel y cielo.
Y te tragaba el viento.
Y te mordía la distancia luminosa.
Y yo soñaba… soñaba…
que hoy… tal vez mañana…
quizás un día…
yo sería la rama de tu nido.
Y fui la rama.
Y allí posaste tu piel con el ahogo de de tu aliento.
No hubo nido.
Tú volaste…
fuiste un cuento.
Mi sueño, una leyenda de otoño en mi memoria.


“Nadie previno,
 la culpa de existir,
no acepta culpas”