Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
sábado, 8 de junio de 2019
Esperando tu llegada
Esperando tu llegada,
aquí estoy,
expectante y emocionada,
ansiosa,
entreluces del hoy y del
mañana.
Solo espero tu llegada,
cada día,
cada tarde solo tú
enciendes la flama
que no quema pero arde.
Esperando tu llegada,
para gozar sin prisa
de tu presencia añorada
para que veles mis noches de
sueños.
Quiero que en mis auroras
tu aroma me envuelva
y sentirte cerca mío,
muy cerca.
Esperando tu llegada,
en un tiempo cercano,
intimo y nuestro,
sin afanes indecisos,
sí con esperanzas nuevas
sin nunca más perdernos ya de
vista,
de volver a ser uno,
de juntarnos fatalmente
perdidos
en la vorágine de nuestros
besos.
Esperando tu llegada,
anhelada,
deseosa de sentir tú aliento
fresco y cálido.
Te espero aquí,
tras la paz de intactos cristales
en nuestro manantial de dicha
que suave mana,
en nuestros sueños
remontándonos a nubes altas.
Esperando tu llegada
busco tu sonrisa flotando en
el éter,
buscando tus labios
los míos para cubrirme de
besos,
disipando para siempre
las neblinas que me envolvían
tristemente.
Esperando tu llegada
mi corazón espera descansar
ahora,
en la breve rama de tu pecho
y aunque muera sé que vivo
en los claveles futuros de tu
cuerpo.
Esperando tu llegada
en el grave concierto del
otoño,
escuchando como los violines
agitan un mar de hojas
amarillas,
rojizas,
elevadas por el viento.
Te espero desde los campos de
amapolas
y solo tú irradiando tu
fulgor
secas las fuentes de mi
llanto.
Como el nardo juvenil
guardas en tus entrañas los
bálsamos
y secretos de lumbres
que hacia el tristísimo
corazón cansado,
lo colmas de las blancuras
del astro.
No importa que te aleje,
que aún no estés a mi lado
por mares o el tiempo te
aparten
porque por sobre la verde
muralla del agua
agitada llegas,
al fin a ver los carismas
divinos de la luz y del
canto.
Esperando tu llegada
mi corazón late en este rojo
silencio
de mis ríos interiores
y bien oculta duerme la
esencia del ser
que no logra vivir sin ti.
El amor ha de estallar
mañana,
retenido en pimpollo,
donde mi alma,
cercada de tinieblas
al infinito descansa.
¿Dónde estás?
¿Dónde
estás amor de mi vida
que no
te puedo hallar?
¿Te has
escondido
entre
los vergeles floridos
o en
las cuevas oscuras junto al mar?
¿O en
los nimbos del olvido?
Eres
tan sólo un perfil,
nubes
grises
bajo la
tormenta oscura de palabras.
¿Dónde
estás?
¡Ven a
mí!
Te
hubiera amado
hasta
en la tristeza
o en la
melancolía.
La
noche te llama
y el
sol busca tu rostro
donde
el día toma su luz hermosa.
Te
quiero junto a mí,
si no
te tengo el frío,
el
dolor,
nubes
grises de siempre,
como un
relámpago entre el sueño,
amaneces
atravesando auroras.
¿Dónde
estás?
Vive tu
secreta existencia a mi lado,
como el
deseo que nunca se extingue,
habitemos
juntos
el
invisible corazón de la eternidad.
¿Dónde
estás?
¿Cómo
llegar a ti?
Siempre
llegué,
siempre
fue posible estar juntos
¿por
qué ahora no sucede?
¿Dónde
estás?,
¿Entre
la húmeda neblina
que
borra toda la gala matutina?
Me
entristece no estar contigo,
no
tengo tus labios
y tú no
sientes los míos,
¿dónde
estás?
todas
las frases que se quedaron
en mí
para ti,
se
dormirán y quedaré
vacía y
sola.
La vida
contigo se me ha quedado,
te
hubiera amado aún a tu perfil
sólo
entre nubes grises,
sin
nimbos del olvido.
Con el
misterio de la mirada
te
busco entre relámpagos de sueños
y
amaneceres solitarios.
¿Dónde
estás?
Te
busco en el horizonte envejecido,
en la
estrella que palpita,
en
aquel cielo con un sol
en el
interminable laberinto de la Tierra.
¿Dónde
estás?
parece
que habitas
en el
invisible corazón de la eternidad.
Más
allá de las palabras,
de los
sentidos,
de las
ideas,
en el
territorio oculto de tiempos
escurridizos
te esperaré siempre,
tu piel
de mares infinitos
acunará
la fuerza de las esperanzas.
¿Dónde
estás?
te
siento agitando tu melodía de fuegos
en las
manos del arco iris,
donde
habitan las sombras
corriendo
libres por la luz
y este
lugar
el amor
sueña libre en su soledad.
¿Dónde
estás?
te
espero con mi corazón puro,
recibiendo
desde tu lejanía
sencillas
y suaves vibraciones de amor
que
caen en pequeñas cascadas silentes
cada
día por las curvas sencillas del viento
desplazando
su caudal
de
perfumes en el tiempo.
¿Dónde
estás?
no
quiero sufrir amarillentas pesadillas
de que
no te encuentro,
te
quiero junto a mí
en los
atardeceres temporales
de mi
espíritu.
Yo te
amo
sin
límites ni tiempos.
Pienso en ti
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.
Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú
inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y
poéticos.
Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente
puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la
noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me
desconcierta.
Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.
Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.
Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.
Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.
Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.