Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 5 de febrero de 2020
Da lo mejor de ti
Da lo mejor de ti si quieres recibir el
amor,
sin esfuerzo, como una luz que se encuentra
con otra luz
y quedas iluminando el mundo
para que brilles centelleante en el cielo
y así te encontrarán.
Da lo mejor de ti, a todos,
con tu corazón abierto y cálido
para que tu amor encienda mil amores.
Y así la claridad triunfante,
vuelve en la nave de la nube blanca
y el canto de la aurora
se hace más denso cuanto más se aclara.
Da lo mejor de ti
y eleva al cielo tus plegarias
para que la paz,
la piedad,
la fe,
el amor,
perduren por siempre,
siempre.
Están prontas mis manos a este ruego,
entre laureles y mirlos,
y así los vientos serenados
y los ríos que bogan su artificio,
llevarán el amor
hasta los más recónditos lugares.
Siento latir en mi pecho
mi corazón pleno de cánticos unánimes
y brilla mi alma por el logro de mi deseo.
Da lo mejor de ti,
lo que está escondido en ese pequeño lugar
de tu pecho
da amor,
caridad,
comprensión,
solidaridad,
fe,
esperanza y amor
y el mundo por fin será una tierra de
felicidad.
Siento amor, mucho amor,
el estar enamorada de la vida me
reconforta,
me da serenidad y paz.
Éste poema es un mensaje,
es una mano extendida,
recíbelo en tu corazón,
poema que conlleva a que el amor
vibre en cada uno de nosotros.
“En
el rápido raudal
de la vida,
no pensamos,
no sentimos,
sólo vivimos”
Armonía de espíritu
Armonía de espíritu, es estar bien con uno
mismo
dentro, muy dentro, con todo el amor que
nos inunda cada día
y a veces como hoy, un manto salado inunda
mi alma.
La vida debe vivirse con amor, mucho amor,
darlo a raudales a cada uno que siente el
vibrar de él
y le llega a través de una mirada,
una caricia,
un beso que vuela en el aire ondulante
y llega a donde debe posarse.
Armonía de espíritu que permite percibir
los clamores de los que ríen o lloran
y debo apurar en un breve momento en la
inmensidad del tiempo
llegar a ese dolor,
a esa pena,
a ese amor,
para que sienta que nadie en este mundo
está solo.
Armonía de espíritu,
plena del goce del vivir soñando siempre
bajo ese sauce lánguido de la noche
y despertar como desnuda por dentro
con ansias de amar y ser amada.
El ángel de la luna me protege,
me cuida invariablemente
a mis espaldas,
haciéndome sentir el capitán de un buque
prófugo
recorriendo el océano de la vida
de verdes amapolas angustiadas.
Armonía de espíritu, la calma apacigua el
alma,
sin suspiros hondos,
esos que surgen desde dentro
y no tienen un sentido,
¿son por añorar?,
¿por anhelar momentos vividos?,
¿por amor del pasado o del Hoy, o de este
presente?
El alma canta, canta despacio,
busca poesías de amor que surgen solas, sin
un por qué,
solo necesitan llegar a un papel en blanco,
o a una canción, o a una tonada.
“Allá voy con mis delirios
a clamar por la paz
del alma y del amor tan deseado”
Contigo siempre
Contigo
siempre, acurrucada, mecida en tus brazos
como
una paloma herida y lastimada,
con
lentos latires de su corazón
y tú
protegiéndome con ternura.
Enciendo
la palabra que te busca
en
una lejanía,
allá
de altas nubes en horizontes nuevos.
Cuando
viene la noche
y
con ella el diálogo de sombras,
estoy
contigo siempre.
Aire,
pájaro que no perece,
oscura
luz que llamamos tacto cuando estamos juntos,
la
noche es vuelo insomne.
No
somos del aire que perdura
somos
tiempo,
raíces
ondulantes de la primera voz,
formas
efímeras del espacio.
Contigo
siempre, es día,
noche
eterna que despierta en el aroma de los jazmines
que
son luz y alma toda.
Sólo
en el silencio se escuchan tus palabras,
el
sol armonioso de tu eco,
es
tu voz murmullo de ríos lentos
y de
palomas levantando el vuelo,
en
el alegre aletear de nuestros recuerdos.
Contigo
siempre, siento el sayal de tus manos
y
tus brazos que me acarician desde el silencio de tu ausencia.
Contigo
siempre, tú cerca de mí
llegas
a mi cuerpo nostalgioso
y
cabalgas en vientos de perfume
consumiendo
mis besos de mariposa y de miel.
“Mis formas
inanimadas
viven,
tiemblan,
se hacen carne,
bajo el
cincel embebido
de tu
pasión noble y pura”