Páginas

miércoles, 17 de octubre de 2012

El umbral


El umbral, principio y comienzo que me conduce a una dichosa arquitectura de música y de formas.
Es el origen de la primera ola del mundo, me siento libre, sin sombras ni tormentos que pesen sobre mis espaldas.
En el umbral paso a convertirme en puente de dos mundos que en el infinito, allá muy lejos, las olas saltan sobre mí y me llevan a mi amor que me está esperando.
Dintel que me conduce sin cansancio ni pesares, cruzando tierras húmedas y sombrías.
Desnuda, envuelta en una túnica de agua pura y transparente para llegar como azucena florecida
a mi amante con júbilo y sonrisas.
El umbral me permite abrir el tupido follaje del vergel florecido y cortar como golondrina, el cielo suave revoloteando como calandria y rosas de primaveras lejanas, en búsqueda del que me hará llegar en éxtasis envuelta en fragancia de un amor nuevo y puro.
Y como un acceso de luz la roja mañana del día esperado, de un arco iris radiante, él vendrá hacia mí y me colmará con todo el mar en su pecho, con el amor intenso y profundo que existe en su alma. El umbral de la oscuridad y la ansiosa espera del amante está colmada de dicha suprema despierta el amanecer azul de la mañana y la ansiosa espera del amante está colmada de dicha suprema y el horizonte se irisará
de música y poemas en los que la luz del agua tendrá cintas y lazos para unir a los amantes en el mas alto vuelo de dos almas que vibran y cantan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario