El umbral, principio
y comienzo que me conduce a una dichosa
arquitectura de música y de formas.
Es el origen de la
primera ola del mundo, me siento libre, sin
sombras ni tormentos que pesen sobre mis espaldas.
En el umbral paso a
convertirme en puente de dos mundos que en el infinito, allá muy
lejos, las olas saltan sobre mí y me llevan a mi amor que me está
esperando.
Dintel que me conduce sin
cansancio ni pesares, cruzando tierras húmedas y sombrías.
Desnuda, envuelta en
una túnica de agua pura y transparente para llegar como azucena
florecida
a mi amante con júbilo y sonrisas.
a mi amante con júbilo y sonrisas.
El umbral me permite abrir
el tupido follaje del vergel florecido y cortar como
golondrina, el cielo suave revoloteando como calandria y
rosas de primaveras lejanas, en búsqueda del que me hará llegar en
éxtasis envuelta en fragancia de un amor
nuevo y puro.
Y como un acceso de
luz la roja mañana del día esperado, de un arco iris radiante, él
vendrá hacia mí y me colmará con todo el mar en
su pecho, con el amor intenso y profundo que existe en su alma. El
umbral de la oscuridad y la ansiosa espera del amante está colmada
de dicha suprema despierta el amanecer azul de la mañana y la
ansiosa espera del amante está colmada de dicha suprema y el
horizonte se irisará
de música y poemas en los que la luz del agua tendrá cintas y lazos para unir a los amantes en el mas alto vuelo de dos almas que vibran y cantan.
de música y poemas en los que la luz del agua tendrá cintas y lazos para unir a los amantes en el mas alto vuelo de dos almas que vibran y cantan.
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