Quimera
Cuando la tarde apaga sus
colores y los astros encienden sus lumbreras
y se duermen las aves y
las flores, surgen llena de encantos las quimeras.
Surgen en luminoso
arrobamiento.
Parece que flotan…
Es tan suave de su rítmico
andar en movimiento que sus pies no son pies.
¡Son alas de aves!
Llegan en grupo hermoso y
una a una me miran y prosiguen su camino.
Bajo el fanal errante de
la luna confidente del bardo peregrino.
Entonces cariñosas me
miraron, un laurel a mis sienes prometieron,
con vino de ilusión me
convidaron y al irse,
“hasta la vuelta”, me
dijeron.
“Entonces
te diré como flor sangrando desde mi
hoja
venciendo el papel que voy llenando
poesía es soledad”
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