Páginas

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Cómo decirte?


¿Cómo decirte que te busco en el más allá, en horizontes, en el orbe todo?
 ¿Cómo decirte dónde estás, tú, el ausente, el inquieto peregrino, el aventurero, buscador de amores ocultos?
 ¿Cómo decirte que espero que vengas a mí, despacio, en silencios umbríos?
 ¿Cómo decirte que te busco en cada sombra?
 ¿Cómo decirte que en el bruno rincón veo tu figura esbelta como esencia luminosa rodeándome en su cerco de amor?
 ¿Cómo decirte que te bebo con mi aliento, que te acuno con mis labios, que te trizo con mis abrazos?
 ¿Cómo decirte que me abraces para susurrarte, suavemente, que eres el amado esperado, el misterioso ser que inundó mi alma?
 ¿Cómo decirte de mi vacío encendido en los espejos rotos de tu espíritu desdibujado que me ahoga desde tu distancia?
 ¿Cómo decirte, al fin, que te amo más allá del amor, que te deseo más allá de tu cuerpo, que dominas toda mi razón, desgranando mi piel?
 ¿Cómo decirte que te quiero mío y me quiero tuya hasta la eternidad?
 ¿Cómo decirte que extraño tus caricias leves y suaves, tus abrazos de silencio, mi imagen en tus recuerdos?
 ¿Cómo decirte que extraño tu voz, ese bálsamo errabundo que me busca en la oscura lejanía?
 ¿Cómo decirte que mi angustia espera tu presencia para seguir existiendo para ti?
 ¿Cómo decirte que si no te encuentro mi pasión se convertirá en polvo de cenizas y tendrás que armarme buscándome con tus besos intensos y furtivos?
 ¿Cómo decirte que necesito tus labios y tu aroma de amor en flor para que no exista más en mi vida esta ausencia tenaz?
 ¿Cómo decirte que añoro tu presencia para sentirme como naranjal en flor donde los azahares me hacen temblar de felicidad?
 ¿Cómo decirte que extraño tus manos ruborosas, plenas de caricias y calor?
 ¿Cómo decirte que me ames para que sea mi piel de abeja tibia palpitación cerca de tu corazón?
 ¿Cómo decirte que cerca de ti, tus ojos con sus fuegos de amor, de cálido verano me atan a ti en cada mirada errante?
 ¿Cómo decirte, amor, que al estar junto a ti, una música áurea del éter, lejano, colma mi alma en plenilunios no más solitarios?
 ¿Cómo decirte que te ruego que me ames como un narciso bebido por el sol de la tarde mientras mis manos buscan el agua de tu manantial?
 ¿Cómo decirte, ya ahora, en este instante, entre canciones y leyendas que tejen nuestro amor que lo nuestro perdurará por siempre?

No hay comentarios:

Publicar un comentario