Desarraigada, su significado profundo y hondo hiere y
lastima el alma, trastorna mi mundo interior, confunde mis amores en desamores.
¿Por qué me siento apartada, alejada del mundo que me rodea?
Soy una emigrante itinerante, mi lar está fuera del real, mi imaginación me
transporta a un mundo donde vivo dando amor, traspasando barreras, cadenas,
prejuicios, críticas, ¿cómo no sentirme perturbada al vivir desconectada,
descuajada de la rama alta del ciprés verde y frondoso, cima en la que creí
vivir, levantando vuelos cortos y veloces para regresar al lugar que creí era
amada?
La vida tiende sus redes y en un instante me siento dañada
pero, ¡ya no más! No pueden arrancarme de la luz que me conduce a un orbe nuevo
y maravilloso, desprendiéndome de lo que el amor me hace escribir, inundar
páginas en blanco que me buscan desesperadamente con ansias de volcar en ellas mis
inquietudes, mis sentimientos, mis deseos de escaparme a otro lugar distante y
vacío donde encuentre la paz ansiada en mis ideas locas de estar enamorada de
la vida.
Desarraigada, desterrada de este mundo real y poder irme al
mundo mágico, puro y límpido donde nacen mis prosas poéticas vírgenes y sin
causas ni porqués.
Desarraigada, me voy, no tengo tiempo de volver a empezar,
de regresar a ese pasado cercano y lejano a la vez, debo volver al hoy, plenamente,
entre cielos azules y nubes de algodón, entre desprecios de lejanías, mares
transparentes, turbulentos y calmos, entre rojizas puestas de sol en el
horizonte lejano, las nubes danzan a su alrededor,
en silencios y vientos calmos.
Desarraigada, ¿por qué ocurrió? No lo sé, son diferencias de
vida, de sentir el amor y de ser amados, como ídolos de mármol, duros,
impenetrables, rígidos y no con el corazón abierto para dar lo mejor de mí, de
sentir cálidos sentimientos y brisas frescas y limpias en mi mente.
Ya me desprendí de todo el manto de llanto, ahora sólo
correré tras la música, las risas, las bellezas del verde bosque, el azul del
mar y los corazones tibios y verdaderos que se me acercan y me acarician con
sus miradas dulces y palabras tiernas buscando en mí el amor que aflora sin
saber por qué.
La pesadumbre se fue lejos, no quiero pensar en los
recuerdos que me hicieron mal, busco la luz, quiero sentirme envuelta en ese
capullo que me protege entre palabras de amor en mi ser entero y que la alegría
me invada entera, no sintiéndome desolada y triste, si no plena de amor para
dar a raudales por el mundo que me rodea y lo quiere recibir.
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