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viernes, 13 de abril de 2012

Desilusión dolorosa



Desilusión dolorosa, de a poco, despacio, sutilmente, inundó mi alma y con miles de saetas acrisoladas, rompió la paz y el sosiego de mi alma. ¿Dime tú por qué debo sufrir en cada instante de mi vida dando sólo amor por doquier? ¿Cuál es el error que surge de estos sentimientos puros y profundos que me embargan y me desarman en flores deshojadas por la tristeza, la desilusión, el desespero? Como estrellas fugaces, en períodos menos esperados me golpean, me hieren, me lastiman. ¡No quiero sentirlos más! Mi vida necesita del amor  puro y límpido, sin mentiras ni falsedades.
Desilusión dolorosa, esos grises tonos oscuros de tormentas menos esperadas, los rayos golpean mi alma y me dejan agonizante y temblorosa, miedos ocultan afloran a mi piel y la verdad inconmensurable y execrable surge de improviso, aquel a quien amamos con intensidad y pureza nos clavó una flecha envenenada en pleno corazón y la sangre dolorosa junto con la llovizna de lágrimas que inundó mi cuerpo me llevó a momentos de desasosiego y desorientación.
¿En qué me equivoqué?  ¿Por qué deposité mi fe, mi esperanza, mi amor en quien no lo merecía? Éste mi amor puro se elevó tras el horizonte lejano, dejando tras de sí, sólo desilusión dolorosa.
Quiero encontrar el camino recto, verdadero, duradero y no fugaz y falso donde sea comprendida en estos mil sabores amargos y crueles.
Desilusión dolorosa, apenas en un segundo, mi espíritu que libremente se elevaba entre las nubes de algodón y campos de cipreses, cayó, llevándose a su paso marchitas flores de azafrán y floridos vergeles en la tierra seca, cenicienta, rojiza por la ira y oscura por el desamor.
Desilusión dolorosa, fueron tras de mí rumores falsos, envidias desopilantes, intrigas traicioneras, buscando hurgar en mi alma para que el sufrimiento aflorara.
¡No!, ¡no lo permitiré jamás! ¡Soy libre y feliz conmigo misma! Mi espíritu vibra al compás de música sincopada y de palabras, frases de amor hilvanadas como perlas de rocío en un collar sin fin de caracoles enlazados por la espuma del mar.
Desilusión dolorosa, se que como enigmas indescifrables se irán de mi vida, afrontaré con actitudes enhiestas y verdaderas el nuevo sendero abierto, florecido, en un bienestar en un campo de amapolas abiertos sus pimpollos al cielo azul y allí te encontraré a ti, mi amado nuevo, que me traerá en sus manos cálidas mi nuevo destino.
Desilusión dolorosa, las esperanzas renovadas y límpidas cerrarán las heridas abiertas  y el olvido que se acerca sin ser llamado golpeará mi corazón dejándolo límpido y claro como agua que golpea la tierra con desesperación, a veces o con dulzura otras, sin tristezas sin fin, ni fríos, ni grises golpes, sólo sueños entre luces de amor bajo la luz de luna en el agua con quietud y calma.
Desilusión dolorosa que no impida mi vida intrépida, de aventuras continuas, rodeándome como un manto de aterciopelados pétalos las ideas, las frases de amor, las prosas poéticas que dan sentido veraz y feliz a mi espíritu inquieto y avasallante, pleno de ansias de ser amado y querido, sin límites, truncos, ni herrajes oxidados por el tiempo, sólo aires tibios y dulces donde flote mi corazón entre aromas de pitangas, burucuyá en flor, azahares volando en el viento suave llevando la buena nueva de mi llegada a mi vida emprendida sin sobresaltos ni fatigas. 

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