Arrepentida estoy en haber creído en
ti, te creí parte de mi vida.
El amor se deshojó como margarita
silvestre del campo, tú no me amabas y lo siento por ti.
Y no mas nombres ya, no mas maneras
de estar juntos, te quiero lejos, muy lejos, me has herido, me has causado
penas y un manto de lluvia de lagrimas saladas inundó todo mi cuerpo.
Arrepentida por haberte amado y
creído que éramos dos los que juntos se amaban.
Sólo quedo el cielo seco, la tierra
seca con chopos de estío y yo errante, torpe y angustiada al saber que
disimulabas tu verdad por la ilusión sencilla de la vida juntos.
Arrepentida estoy, no mirare tu
rostro en los espejos del rio cantando no podre descansar junto a ti sobre el
perfume suave de la rosa, ni buscaremos la sombra verde de los enternecidos
álamos.
Creceré otra vez libre en las ramas
perfumadas de las glicinas y en mi pecho vibraran junto a otro amor verdadero
las trompetas radiantes del agua.
Y así me sentiré como serena estatua
de miel y bronce protegida, amparada, defendida del mal y la envidia que pueda
acercarse.
Arrepentida por no haberme dado
cuenta de tus semiverdades de tus
devaneos ciertos, de tus enigmas sin sentidos.
Maduraré como fruto mágico, mi
sensibilidad a flor de piel entre nuevas caricias y besos esperados, renaceré
otra vez y correré el número exacto de ágiles saltos hacia la música de las
ondas en marcha, bailando con la total intensidad de mi cuerpo y alma.
Arrepentida pero no doblada, ni
siquiera levemente inclinada, erecta y pura, sin dobleces ni mentiras, saldré
elástica y aplomada con mi ritmo de danza llevando en la boca las mágicas
flores del agua al nuevo amor que me espera con ansias.
Y tu recuerdo se irá esfumando ya
dejare de ser esa marioneta que tu manejabas con tus hilos de mentiras y viles
palabras, no seré mas la arpía del libro de cuentos perdido en la nada.
Seré nada, seré nadie, no seré mas
para ti me quitare todas las ligaduras que me envolvían hacia ti y seré libre
otra vez.
Volveré a recorrer otro camino que me
lleve aunque tarde a los silencios largos con mi intrépido corazón y mi alta
frente desvelada hacia lo desconocido pero no por ello cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario