Mi destino y el tuyo están unidos por miles de tramas
infinitas como si una minúscula araña las tejiera con insólita paciencia en
finas capas de plata.
Mi destino serpentea despacio, se esconde, se transforma, se
hace tu huella, está cerca del tuyo.
Mi destino y tu destino no pueden separarse, aún en la
distancia, se desatan, se unen, se vuelven a encontrar.
Destinos cercanos, el tuyo y el mío tan cercanos como si
nuestras vidas fueran una.
Vivimos vidas diferentes, en ámbitos y espacios que son
disímiles y lejanos uno del otro, pero nuestros destinos se cruzan en sendas
solitarias o en yermos desnudos y cuando se cruzan ¡oh milagro¡ tenemos sed de
estar juntos, sed de sentirnos amados, sed de ternuras, de caricias íntimas y
secretas, de confesiones de vidas y experiencias mutuas y solitarias.
¡Destinos cercanos! te necesito junto a mí, impensado e
inimaginado amor que cruzaste mi destino sin yo buscarte.
Era yo una estatua fría, altiva, solitaria, rodeada de
amores y querencias sin amar a nadie, feliz en mi soledad distante y tú
cruzaste tu destino con el mío
¡Ay! la vida cambió de rumbos, en un navegar diferente en
mares desconocidos y horizontes lejanos.
¡Destinos cercanos! el tuyo con el mío, necesitamos ambos
saber que el otro existe, que estamos juntos aún sin estarlo. Escuchar tu voz
es lo máximo que la vida me ofrece al estrujarme el corazón e imaginarme en tus
brazos cálidos y únicos…
El futuro es distancia, no nos pierda lo venidero. El
presente es lo que está cerca.
Ser es estar siendo ahora, en este instante, en este minuto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario