Son esos ecos lejanos, de un silencio de sombras vagas y
sombrías, de un amor que ya fue, se hizo bruma y sin sonidos dejó solo su voz.
Ecos lejanos que como espacios de tiempo ya idos dejan tan
sólo fragmentos de letras que nunca fueron escuchadas, palabras hundidas en un espacio sin fin.
Noches de velas en la pregunta perpetua, eterna del ¿por
qué?
Ecos lejanos que repiten allá, muy lejos, palabras que nunca
han sido dichas y si lo fueron la sinceridad no las sostuvo, la verdad no las
acarició.
Ecos lejanos que repiten en un sin fin sentimientos que no
dicen nada y dejan en mi piel sal y llanto, con sabor a mar donde se estrella
la noche.
Silencio de ti es el que llena mis manos en este momento y
siento el manto de la tristeza cubrirme despacio, de a poco y no quiero vivir con
este desespero.
Necesito una ilusión que le devuelva a mi vida sus sueños,
quiero ecos cercanos para recobrar en el otoño de mi vida, la luz de un ocaso
para sentirme completa y para que el resto del mundo se desvanezca en la
insignificancia.
Quiero aunque sea breve y elusivo un atisbo de amor que
colme mi alma de murmullos cercanos en abrazos amorosos, sinceros y tiernos que
me transmuten y me lleven
a un espacio de paz, sin dolores ni pesares….
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