Aquelarre de hechizos que nos llevan a miradas fascinantes
de paraísos
anhelados y virginales jardines que con luces encantadas nos
conducen
a lechos vírgenes de amor.
Sin deshacerse los abrazos
ni abandonar las caricias, los ojos dejaron de mirarse
para buscar el mundo donde nos encontráramos entre hechizos
y conjuros.
¿Fue como beso cautivante o llanto arrobado?
¿Nos hallamos con las manos
buscándonos a tientas con los gritos clamando, con las
bocas que el vacío besaban?
sin recuerdos, porque el recuerdo en ese momento puede ser
el dolor del “te extraño”.
Aquí dentro del alma, como un alma del alma el hechizo
conjura mil encantamientos
que seducen y perviven el prodigioso saber que nos hallamos
juntos.
Los besos se quedaban
a medio camino, no sabían volar, virar o girar hacia sus destinos .en las bocas
sedientas y expectantes ansiosas de esperarlos.
saber de qué ausencia de ruidos está hecho, como un
angustiante y placentero momento.
Seducida, arrobada, pronto, muy pronto te quiero a mi lado
no con amor distraído,
ni vago querer, ni abandonos seguidos, te quiero amándome, embrujado
de amor, alegre, feliz, sin señales de ausencia…con tu presencia pura cuando te
evoque y conjure…
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