Frontera del milagro, experiencia que nos lleva a través de
lo verdadero a vivir lo no existente en este Hoy, sin llantos ni pesares, sólo
sintiendo las rosas de la caricia.
Frontera del milagro, a través de la luz pura de los vitrales
entrego sobre tu corazón y el río inquieto de tus pies y manos mi vida colmada
de luminosas palabras de amor.
Me estremece el pensar como un gran temblor de víspera y
alba que me sientes llegar, voy derecha toda hacia ti, sin desatada prisa pero
cruzando las fronteras del milagro que me impedían llegar desnuda y casta hasta
tu pecho que elegí para abrazarte igual que escoge cada mar su playa o su
cantil donde quebrarse.
Frontera del milagro que nos purifica el alma en una
vorágine de sentimientos, pasiones y amores sin límites, explorando misterios
ignotos con la fuerza de energía que surge del amor entre cadencias poéticas
que juegan entre sí con malabarismos alados.
Frontera del milagro que nos hace ser un espíritu ligero y
sin raíces, entregando, expresando, encontrando ese resquicio misterioso y
lumínico desde donde brotará la flor de la esperanza en un amor renacido y
total.
Cantando sueños que nos hacen volver a los tiempos de antes
y en tus estrofas amantes revuelan al son de guitarras sonoras nuestro pasado
compartido entre latidos de amor.
Frontera del milagro, tesoro no esperado, manos que se
cruzan bajo la luz de la luna en el momento preciso en que se asoma como por
descuido la primer estrella apurando en ese breve instante la inmensidad del tiempo.
Frontera del milagro, juntos, muy juntos, apaguemos los
espejos de los tristes recuerdos gozosamente sobre los lotos del olvido,
resonando nuestros pasos en la larga acera solitaria y se pierden en la cinta
del eco enredada en la cabellera de los árboles.
Frontera del milagro, el amor nos acuna, nos mece entre
palabras dulces y tiernas en un goce perfecto, huyendo de la raíz de los
quebrantos entre el fulgor de las luciérnagas que enciende nuestro nido de
amor.
Frontera del milagro, en la red sutil del sueño nuestro
lecho es embarcación que nos lleva por los ríos del silencio y sentimos que
como cisnes de humo, flotan recuerdos y pensamientos que unen aún más nuestras
almas cuando en las nieblas nos hemos perdido.
Frontera del milagro que queda encendida entre tú y yo la
lámpara que nos haga encontrar siempre el sendero para que este prodigio de
amor nos una siempre.
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