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domingo, 10 de junio de 2012

Tiempo perdido



Tiempo perdido, en ayeres olvidados, en días sin pasión, sin amor, sin sueños.
Todo se fue en la nada. horas vacías, en penumbras, durmiendo un sueño sin fin, esperando ¿qué? no lo sabía aún, era un frío total, la inmovilidad marmórea de mi ser, mi alma adormecida no tenía amor, sólo llanto y tristezas.
Tiempo perdido, resignación sin consuelo, todo fue entre soledades cada vez más tristes, como un cauce seco, desértico, un jardín sin flores, un amanecer sin sol.
En el árbol de la humana vida como un soplo de huracán, llevando hojas desprendidas, mi vida era errante, itinerante, lejos del amor.
Mi alma extraviada, en un pálido encanto, sin esencia de risas ni de auroras, sufría y penaba.
Tiempo perdido, como fuente sonora de plegarias y llantos, los días se esfumaban en la humareda de fuegos apagados.
Tiempo perdido, el dolor bravío me hacía dar cuenta de la consecuencia de mi valor para ahuyentar el hastío que yo tenía en mi alma.
Tiempo perdido, el dolor es santo porque me lleva a encontrarme a mi misma, a quererme, a valorarme, a saber que estoy viva.
Ya comienzan los retoños verdes a cubrir mi gramínea interior, los tallos con el viento se inclinan y el tiempo renace ¡Estoy viva!.
Mi pecho se agita por la olas del amor que se aproxima.
Quiero gritar y apenas con balbuciente voz, sollozo ¡amor, búscame!
Tiempo perdido fue el del pasado, ya no más, ahora es tiempo para vivir, soñar, sentir, suspirar, amar, querer y ser querida.
Amor ¡ven a mi corazón!, te necesito para oír el rumor del ensueño esperado.
Ya desperté entre melodías de lejana orquesta, felicidad hallada, liberación de tiempos perdidos, ansias nuevas.
¿No ves, alma mía que el amor se acerca?
¿Sientes? Es el sol que me ilumina, es la energía que me inunda, es el perfume de la floresta, es la magia de la vida, es la paz añorada con esperanza y candor. 

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