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lunes, 30 de julio de 2012

Amor compartido




Amor compartido
¿Cómo podemos vivir compartiendo nuestro amor sin esperar nada a cambio? ¿O tan solo instantes breves de felicidad para luego sumergirnos en nuestra soledad íntima?
Amor compartido
¿Podemos recibir, tan solo una pizca de ternura en fugaces instantes, sin sonrojarnos o sentir culpa? ¿Por qué, como una marca de la vida, el amor traspasa mis umbrales, hurgando la raíz de mis sentidos?
Amor compartido
¿Cómo hacer para olvidar que tu amor no es todo mío, que muchas de tus miradas no se encuentran con las mías, que parte de ti se haya en otro lar y que no llegas a encontrarte con mi luz que te espera ansiosamente?
Amor compartido
¿Por qué llegar a sentir que la felicidad de haber sido dos no se logra siendo uno?¿Cómo lo ha logrado alguien, portador de sueños mudos, germinados bajo el dulce sabor de besos húmedos que ya no se acercan, sólo distantes llegan sus reflejos?
Amor compartido
¿Aceptado o no?¿Cómo soslayar la infelicidad que nos hace llegar a libar de la tortura su crecida ira desatada en la corriente de la vida?
Amor compartido
¿Cómo ascender por los peldaños del deseo hasta alcanzar la cumbre de tu nombre en un grito sólo, desgarrador y único sin morir en el dolor y su agonía logrando la paz y bonanza?
Amor compartido
¿Podré estar ya siempre pensando en tus labios, en tu voz, en tu cuerpo, que yo misma te arranqué para poder, ya sin ellos quererte?
Amor compartido
¿Por qué este afán mío de hacer posible lo que tú no serás nunca: mi amor entero y único?¿Podré vivir sin tenerte a mi lado, en tu cuerpo todo mío o es sólo el gran deseo inútil de tenerte conmigo, a mi lado, en todo lo que haces, verdadero, visible?
Amor compartido
¿Te seguiré esperando por siempre, con mi corazón de poeta, después de volar por todo el universo, regresando con las flores inmortales que dejaré caer en tu regazo en presencias de lo imposible, de tu querer vivir conmigo, siempre?
Amor compartido
¿Te encontraré entre las dudas inciertas, calando en lo más hondo para ver si, al fin, estabas entre la angustia desgarradora, hiriéndome sin dolor, sólo por señas y sentir que me perdiste en las últimas tinieblas del olvido?
Sé que estarás en las cimas de mis besos, sin dudas y sin mañanas, en el vértice puro de la alegría alta, entre júbilos y risas, por placeres y gozos, apuntando el aire nuestro.

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