Al bailar
con todo el cuerpo se expresan en
sentidos, sin arrepentimientos, los
sentimientos íntimos y profundos del alma.
Bailando
conmigo misma es bailar con el alma. Sentir el deleite, la satisfacción gozada
de estar en otro mundo que me lleva a un más allá, flotando en un vacío
incierto.
¡Qué
complacencia posible si el alma baila con la música única, gozada!
Bailo
entre letras y palabras que se unen para hacer estos poemas, ese baile que
llena de amor este espacio estrellado y único. El corazón también danza al
ritmo de los versos que dibujan con trazos musicales el gran amor de mi vida.
Bailando
con el alma con una sonrisa en los labios y un juego de luces en la danza.
Bailando
con el alma como bailan las olas en el
mar, como vuelan con el vals, las gaviotas con la fuerza del viento, en un
suspiro en un momento.
Bailando
con el alma, con la luz de las estrellas con la cabellera de los cometas, con
el Sol que guía con la Luna
que en penumbra descalza la sombra.
Bailar
conmigo misma como los cauces de los ríos,
dando vueltas como vórtices. Hacer que la vida silbe en mis pasos fluidos
como chorros nacidos de un gran manantial.
¡Con
amor! ¡Con absoluta embriaguez de danza y música!¡Bailando con el alma! Fiesta
del corazón colmado de esperanzas, baile eterno…
El
espíritu como de gasa y oro se abre como un camino alado danzando sin prisas y
sin aliento contenido.
Bailando
con música acompasada que nos llega a lo hondo y nos hace vibrar porque lo
hacemos con Amor que ha impregnado todo nuestro ser.
Bailar es
una forma de comunicarse con uno mismo y el mundo que nos rodea
¡Bailando con amor! Para ti, para mí y al hacerlo la
felicidad fluye en todo aquel que está en nuestra esfera. El baile nos envuelve
de lo que va y viene, de lo que nos lleva, sinuosos… hacia el descubrimiento
del amor.
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