Enredadera de amor, me envuelves en tu capullo entre hojas
verdes y flores perfumadas, me siento atrapada entre tus brazos como una hiedra
estremecida asciende mi vida sobre tu cuerpo y en mis manos tiemblan las
estrellas.
Enredadera de amor, tiene forma de besos, de brazos, hacia
mí, nos vamos juntos temblando de futuro, a sentirla de prisa, segundos,
siglos, siempres.
Enredadera de amor, gozo, delicia lenta de gozar, de amar,
de promesas vibrantes y tensas.
Suya me siento antes de su llegada, siempre lo espero con
mis ojos cerrados ya que franqueará su paso abriendo la enredadera que nos
cubre, su esperada llegada a lo imposible.
Te espero entre verdes follajes y campanillas azules que
como nido de amor cálido y tierno nos cobijará y te siento venir por tus
sonidos tan tuyos, viniendo de tu ausencia con ese largo rodeo que das para
venir.
Enredadera de amor, abrázame con tus lazos, déjame sentir
tus hojas verdes acariciadas por la brisa tenue en todas las madrugadas de
nuestras vidas.
Enredadera de amor, no te enredes en el temor, que tus
tallos no se sequen y sin flor no dejes que lazos del dolor quiebren tus raíces
tiernas ahogándolas.
No permitas que tu vida se retuerza y caiga al vacío, no
dejes que enredaderas del fracaso agarren fuerte tu destino.
Deja que lazos de perdón nazcan y broten en tu interior,
sólo así podrás treparte como enredadera de amor.
¡Vamos enredadera de amor, buscando siempre más alto!
¡Préndete con firmeza para florecer en el cielo ante sublime
belleza!
No te rindas nunca llévame contigo siempre abrazada a mi
amor, quiero estar en tus ojos como llama de crepúsculo y que tus hojas caigan
en el agua de tu alma.
Apegada a tus brazos como una enredadera, las hojas secas de
otoño giran en tu alma, recogen tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor que en mi seno arde, dulce jacinto azul
durmiendo sobre mi espíritu todo.
Enredadera de amor, eres mi existencia entera, mi eterna
pasión, eres mi libertad, mi quimera, mi confusión, mi nota, mi guía, mi gran
obsesión.
Descubrir tu voz de enredadera, anudarse a mis ojos vueltos
hacia la noche y sentir el rastro de tu boca, sombra que se detiene en el
misterio de mi cuerpo desnudo entretejido de hojas verdes.
Mi corazón tiembla como canto de nadie, soy tuya hasta tus
raíces, soy sangre sin hambre, dolor sin dolor.
Gajito de enredadera, déjame estar entre tus ramas y llegar
a la cúspide de tu amor enredada entre tus brazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario