Estoy entre sombras, en demasiadas visiones,
pero mi vida algo tiene de plácido, no
todas son heridas, hay atisbos de momentos de amor y ternura que se cuelan en
los resquicios de mi alma.
Prisionera
del tiempo ¿de cuál?, ¿del de Hoy?, ¿del de ayer?, ¿del de nunca?
La
vida tiene sombras y las pasiones que ya no
existen, agonizantes, la ternura huída, todo lo amado que al pasar se olvida es fuente de angustiosas decepciones.
Prisionera
del tiempo, me escondo, huyo, corro y a hurtadillas lo
dejo pasar sin que me encuentre para vivir el remoto porvenir que traerá hondos y vívidos cariños, ternura profunda y besos puros.
Viviré
amaneceres distintos donde la brisa juguetona
bajará a dejar en mis alas ganas de volar, atravesar el cielo como aquel
lucero.
Y así como el águila vuela muy alto y se
deja llevar, yo tocaré con mis labios tus suaves mejillas y así despertaré al
amor, al éxtasis latente del corazón.
Prisionera del tiempo que me lleva a soñar
que forjo poemas en aquel instante, en el este ahora, versos nuevos, audaces,
que afloran en un conjuro mágico.
Prisionera
del tiempo porque al escribir dejo de estar en el aquí
y ahora, me voy a otro tiempo, a otro lugar buscando ritmos sonoros, potentes,
graves otros como canto de aves con estrofas agudas excitantes, con rimas ricas
de campanilleos agudos que tienen el don de la seducción de la palabra y del
verso.
Prisionera del tiempo, junto sílabas dulces
como el sabor de un beso y en el hoy o en el mañana vuelan hacia hondas lejanías
donde mi amado las espera.
donde mi amado las espera.
Y por un tiempo que a veces se confunde con
la vida por lo veloz que pasa, inventarás una fábula y me harás creer que
existes y que eres capaz de amarme por siempre.
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