Páginas

lunes, 6 de agosto de 2012

Silencio envolvente

Silencio envolvente que desde el cosmos se acerca, puro y límpido, sin ecos, sin cantos, ni ruidos, mi alma lo espera.
Silencio cambiante que nos lleva a nuestro interior sin pensamientos, sólo a la luz.
Sendero sinuoso que nos conduce a nuestro interior, sin sombras dormidas a estarse como agua pura, ni ola, ni río, ni torrente, agua quieta esperando que pasen alas, nubes, murmullos inquietos.
Silencio cambiante que nos lleva a un mundo grandioso de abismos y valles tendidos en la tierra ignota rodeados de la paz intrínseca sin distancias vistas ni lejanías cercanas.
En el silencio cambiante la tristeza está ahora lejos, muy lejos, en las estrellas altas, en esa brisa fresca, que ya está fuera de mí, sin proyectos que pasan sin preguntas vanas.
Me sumerjo en el silencio absoluto y me siento flotar en el vacío del orbe, libre, sin innombrables luces en lo alto que apaciguan el todo.
Estoy conmigo, muy dentro, en paz en mí ser único e irrepetible, sintiéndome una, una sola unidad, flotando sobre el mundo, salvada de motivos, de orígenes, de críticas.  
Y en este silencio cambiante entre abismos iluminados no canta el mirlo en la rama, ni salta la espuma en el mar es silencio prometido, esperado, necesario, lo que calma, es el proyecto en el alma, el estar sumergidos meditando sin pensamientos complacidos, es sentir más allá de la fuerza externa en nuestro interior que nos vamos a un reino de gran quietud, paz y armonía.
Estamos en nosotros, con nosotros mismos gozando y sintiendo lo que somos inmersos en un vasto mundo nuestro que nos lleva a la plenitud interior.
Estar en el campo de energía nuestra, la interior, la que nos conduce, ir hacia nosotros a nuestro Ser para poder llegar a niveles más profundos del alma y vivir más felices y dichosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario