Hoy
la tarde está clara y al lo lejos, grises, sólo grises las nubes y los pájaros…
pero aquí, ahora, no hay sombras, porque tu luz brillando todo lo ilumina
Hasta
debajo del árbol, aún debajo de las piedras como dos palomas mensajeras, tus
ojos me recorren, mis ojos te dibujan Y en un dibujo hueco queda tu perfil
exacto
Pero
no se pintarlo, no se si por la tarde, no se si por el tiempo.
Pero
queda en el viento tu gran interrogante, mi gran interrogante
La
tarde se desdibuja en lluvia y llueve. De verdad todo se ilumina. Por eso no me importa no saber
pintarte… Tal vez con los días o las horas pueda lograrlo, o tal vez nunca, ni
con mi vida.
Pero
ahora eso no importa; lo importante es que mi corazón se ilumina con tu luz que
está brillando. Y que tus ojos innombrables, busquen mi mirada. Los mejores te
quiero se dicen sin palabras.
Para
llegar a ti, amor, se necesita un corazón con alas, alta la frente; puro el
pensamiento y un deseo de amar hasta la nada. Yo también como tú, salí una
tarde, hacia un puerto de luna, rosa y cielo.
Y
el corazón se me perdió en la huella.
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