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jueves, 13 de septiembre de 2012

Amor en la tarde


Hoy la tarde está clara y al lo lejos, grises, sólo grises las nubes y los pájaros… pero aquí, ahora, no hay sombras, porque tu luz brillando todo lo ilumina
Hasta debajo del árbol, aún debajo de las piedras como dos palomas mensajeras, tus ojos me recorren, mis ojos te dibujan Y en un dibujo hueco queda tu perfil exacto
Pero no se pintarlo, no se si por la tarde, no se si por el tiempo.
Pero queda en el viento tu gran interrogante, mi gran interrogante
La tarde se desdibuja en lluvia y llueve. De verdad todo se ilumina. Por eso no me importa no saber pintarte… Tal vez con los días o las horas pueda lograrlo, o tal vez nunca, ni con mi vida.
Pero ahora eso no importa; lo importante es que mi corazón se ilumina con tu luz que está brillando. Y que tus ojos innombrables, busquen mi mirada. Los mejores te quiero se dicen sin palabras.
Para llegar a ti, amor, se necesita un corazón con alas, alta la frente; puro el pensamiento y un deseo de amar hasta la nada. Yo también como tú, salí una tarde, hacia un puerto de luna, rosa y cielo.
Y el corazón se me perdió en la huella.

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