Páginas

jueves, 13 de septiembre de 2012

Lejanía sin tristeza


Lejos, muy lejos, como un punto en el horizonte se entrevé a través del tiempo el ayer que hoy no está en el ahora.
Se percibe de a poco con alegría infinita por haberlo vivido entre risas y cantos
¡Que dichosos momentos de amor compartidos! entre luces, magia, música, soles, caricias y palabras.
Recuerdos que como ráfagas contenidas surcan el cielo dejando un halo de nubes danzarinas.
Te suplico, te ruego, aléjame de ti con tu silencio, enséñame a olvidarte, para vivir otra vez esos momentos dorados en otra dimensión del tiempo, para que los sueños de amor sean una nueva realidad.
 Oh! amor idealizado, ternura de goces y susurros, déjame flotar sobre un mar de dicha o la hierba tibia y fresca, inmóvil, cara al cielo.
Déjame irme lejos, hundiéndome despacio hacia lo alto, en la vida del aire, sin tristezas ni sombras, sólo esperando el amor verdadero que me busca.
Déjame vagar por el vacío ignoto donde todo es quietud, silencio y paz.
Déjame estar lejos, a distancias sin tiempo, sin tristezas, para convivir con nuevos amores con alegrías y dichas sin fin.
Entre los amaneceres claros y diáfanos y los atardeceres plenos de colores, déjame flotar en el vacío pleno de amor y de deseos de regresar sin prisas ni tristezas a mi felicidad esperada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario