Quisiera soñar con
ser la brisa que agita tus cabellos y roza dulcemente la magia de tus manos.
Ser la tibieza misma del sol que te acaricia, la noche que te
oculta con su negrura infinita.
Quisiera soñar en ser la barca que naufraga y que nos lleva
sorteando los abismos del oleaje, hacia una desierta isla donde por siempre
encalle.
Quisiera ser el ansia de tus ojos que busque mi mirada para calmar
mis latidos palpitantes.
Amante de mis sueños, que habita mi morada, quisiera aprisionarte
en mi alma enamorada y solamente mío gozar de tus abrazos y que mi atormentado
corazón en llama transformado consuma mis dolores sintiendo la mutua ternura
que nos embriaga cuando estamos juntos.
Quisiera soñar, que se alza la llamarada pasional del amor en la
profunda noche, desprendiendo tizones y luminosas chispas, vertiendo deseos de
amor eternos y en un crepitar ardiente difundir las brisas en el silencio
inmenso de nuestros jardines en flor.
Quisiera soñar, que la tierra fecunda arda con el delirio del
abrazo creador y desgarre el nocturno denso negro de la noche, la intensa sed
de amor de dos seres pletóricos de dicha.
Es la noche estival, aromada de fragancias que despiertan las
ansias del natural deseo y acelera el latido del corazón amante con el abrazo
leve de tu aliento exultante.
Quisiera soñar con el espacio infinito que con su manto de
estrellas es el mudo testigo del terrenal anhelo mientras vierte en silencio
sus ánforas de fuego en el alma del hombre que viene en mi búsqueda y me dice
¡qué lejos está lo ya ido!, tan sólo de amor podemos querer vivir diciendo que
si a las formas impolutas y no a los tiempos inciertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario