Páginas

viernes, 23 de noviembre de 2012

Una mirada furtiva


Una mirada furtiva, huidiza, escalofriante, que me deja anonadada, en temblores que provocan en mi alma desazones sin fin.
Entre los dos el silencio se alarga y crece.
Sentidos que laten los embates que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas que en una larga agonía, se duermen en un escondite secreto.
Una mirada furtiva que hace que cierre mis ojos para no sentir que te he perdido para siempre, no siento el cercado de tus brazos ni veo tu fuego que en los fuegos arde.
Te llamo hasta quebrar mi voz, por eso me derramo en llantos y sangra mi corazón.
Una mirada furtiva, cautelosa, siguiendo en pos mío como una aparición fantasmal para no dejarme encontrar el camino hacia mi espiritualidad toda, conmigo misma.
Así, en movimientos lentos como alas de aves en un rítmico volar mis sueños se elevan a cielos infinitos para perderme lejos y no sentir sobre mis hombros cansados tu mirada furtiva, sigilosa, cuando tú y yo en pequeñas pláticas hacían nacer mis suspiros de desesperación.
¿Por qué mis suspiros renacen y vuelven entrecortados y estremecidos desde el fondo de mi alma cuando estamos juntos?
Hay algo en mi cuerpo que viene de un tiempo lejano, es una querencia, un ansia de volverte a ver, a verte, de seguir contemplando tu antigua mirada brillante, a veces triste, nunca disimulada, ni solapada.
¿Por qué amor mío, tu antigua mirada no es la misma en mi presente mirando?
Me reconozco y la extraño.
¿Dónde está?, ¿Vivo en ella? ¿O ella en mí?
Mirada furtiva, cae sobre mí como una fuerza que me invade y enajena mis sentidos.
¡Vete ya de mi vida! ¡No te quiero frente a mí, me desespero!
Sin sintonía, mi cuerpo se marchita, mi mente se obstruye, mi corazón se agita.
Quiero sentirme capaz de ser mi propio apoyo, de ser mi tránsito en esta vida mía.
Mirada furtiva, oculta en tus ojos negros, me lleva al submundo del resto de la Creación.
¡Déjame vivir libre, con sentimientos claros y preciados!
No deseo sentir ningún vínculo con tu vida, ¡Haz la tuya!
Tengo sed de visiones nuevas, las que me proyectan a un nuevo mundo, azules tenues que me llevan a azules perfectos, lejos de tu mirada furtiva, ajena a mí, en un callado empuje que me eleve por aires alados a horizontes plenos de luz y de amor.
Dame mi libertad, mi espacio abierto en campos de amapolas y alelíes entre bandadas de visiones con mis ojos cerrados que me llevan a mis lugares íntimos y secretos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario