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martes, 11 de diciembre de 2012

Déjame en libertad


Déjame en libertad, quiero soñar, sentirme amanecida a un nuevo día diáfano, florecido de alegría y volverán mis rimas, mis palabras a brotar con total armonía.
Déjame en libertad, volar guardo en el alma un ansia loca de surcar distancias, el corazón en libertad escancia todo el dolor que le quitó la calma.
¡Oh! déjame en libertad, hace tanto que no me dejan libre el pensamiento mío, él sólo quiere dilatarse en canto para poder rimar tu nombre con el mío, en poemas de amor, decir que este amor duele tanto y embarga toda mi alma dejándola atada y desamparada.
Si seguimos viviendo los dos y otra vez nuestras sendas ondulantes se encuentran, tal vez, día llegado será que mi vida y la tuya se unan y las dulces caricias tan hondas guardadas aflorando a los ojos, los labios, las manos, cristalicen la dicha que nos fuera negada.
Déjame en libertad, mi alma ahora necesita volar, por los aires cristalinos de brisas de abril, entre nubes pasajeras, buscando en los rincones del mundo las horas mejores, sentarme en los ribazos, junto al río siguiendo con mi mirada el reflejo de mi alma en el agua.
Déjame en libertad, para yo poder evocarte constantemente y alentarme a vivir en plenitud, con un báculo fuerte donde apoye mi esperanza y quizás, nuestras sendas ondulantes se encuentren otra vez trayendo amor a donde amor espera, último paso en nuestra ruta sedienta de gozos inmediatos hacia la perfección vislumbrada pero nunca nuestra…

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