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martes, 11 de diciembre de 2012

Quisiera soñar


Quisiera soñar con ser la brisa que agita tus cabellos y roza dulcemente la magia de tus manos.
Ser la tibieza misma del sol que te acaricia, la noche que te oculta con su negrura infinita.
Quisiera soñar en ser la barca que naufraga y que nos lleva sorteando los abismos del oleaje, hacia una desierta isla donde por siempre encalle.
Quisiera ser el ansia de tus ojos que busque mi mirada para calmar mis latidos palpitantes.
Amante de mis sueños, que habita mi morada, quisiera aprisionarte en mi alma enamorada y solamente mío gozar de tus abrazos y que mi atormentado corazón en llama transformado consuma mis dolores sintiendo la mutua ternura que nos embriaga cuando estamos juntos.
Quisiera soñar, que se alza la llamarada pasional del amor en la profunda noche, desprendiendo tizones y luminosas chispas, vertiendo deseos de amor eternos y en un crepitar ardiente difundir las brisas en el silencio inmenso de nuestros jardines en flor.
Quisiera soñar, que la tierra fecunda arda con el delirio del abrazo creador y desgarre el nocturno denso negro de la noche, la intensa sed de amor de dos seres pletóricos de dicha.
Es la noche estival, aromada de fragancias que despiertan las ansias del natural deseo y acelera el latido del corazón amante con el abrazo leve de tu aliento exultante.
Quisiera soñar con el espacio infinito que con su manto de estrellas es el mudo testigo del terrenal anhelo mientras vierte en silencio sus ánforas de fuego en el alma del hombre que viene en mi búsqueda y me dice ¡qué lejos está lo ya ido!, tan sólo de amor podemos querer vivir diciendo que si a las formas impolutas y no a los tiempos inciertos.

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