Conjuro de amor, me gustaría encontrar la palabra justa o poder escribir la frase mágica que me
devolviera con solo pronunciarla todo lo que la vida me arrebató.
Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 15 de mayo de 2012
Conjuro de amor
Mi único amor
Tú, mi único amor
que me endulzas la vida, me hace volar por cielos abiertos,
entre nubes de algodón y pájaros perdidos.
Eres el milagro
esperado
me envuelves en mantos entrelazados de tules y lentejuelas
haciéndome sentir vibraciones y latidos que estallan cual cristales lejanos
entre estrellas fugaces.
Tú, mi único amor
te busco entre altos bosques de bambúes que impiden que tu
sombra se refleje clara y precisa en mi mente anhelante de tu presencia fuerte,
enhiesta, verdadera.
Eres el milagro
esperado
entre campos florecidos de amapolas de dulce néctar quiero
estar contigo en ese lecho de amor de flores para que tus brazos estremecidos
de placer me hagan gozar momentos largamente esperados.
Tú, mi único amor
necesito el clamor de tu voz melodiosa, seductora, con
matices de un querer apasionado que se acerca imperceptiblemente encendiendo mi
corazón con deseos vehementes.
Eres el milagro
esperado
la luz se encendió entre los dos, de a poco, despacio,
haciéndose una llama de amor viva que fulgura en el Universo a través de
tinieblas, vientos huracanados, cometas de fuego.
Tú, mi único amor
la distancia nos acerca aún a través de la lejanía
uniéndonos en instantes exuberantes de amor puro, límpido, único, expectantes
los dos de estar juntos amándonos hasta el fin de los fines.
Eres el milagro
esperado
lágrimas de alegría desbordan mi rostro mojando mi cuerpo
con gotitas de felicidad al estar en tus brazos, sintiéndome amada con profundo
placer.
Tú, mi único amor
no me abandones nunca, eres mi numen, mi inspiración, mis
palabras de amor, mis poemas, mis prosas puras y vírgenes nacen, crecen, se
vuelcan en hojas chamuscadas, esperándolas con ansias para hacértelas llegar a
ti mi único amor.
Allá muy lejos
Allá muy lejos, tú el esperado, estás en lo lejano, eres dulce como un colibrí y la selva virgen, bajo el viento, te cobija, te ampara.
Quiero amarte tal como eres, mi alma afín y desde el instante en que me sienta amada desde tu inmensidad lejana, mi vida oirá tu canto y los bosques reverdecerán, los arroyos desbordarán de sus cauces, así como mis ojos que te sueñan embelesada se extasiarán ante el inesperado milagro y me volveré dulce y hermosa.
Allá muy lejos, el paraíso con aurora virgen, con nívea albura, con sones primeros nos espera en delicias de ternura.
Ya el crepúsculo nos envuelve y de los tiempos del alma yo te llamo a mi vida, a tu vida, con mi boca en tu oído, pero tú apenas lo percibes, estamos lejos, muy lejos.
Allá muy lejos, tú me esperas y mi espíritu se engrandece y en el recibir se alegra, en un virginal reflejo.
Vayamos tú y yo juntos como el viento, nómades del viento y transitemos por la expansión del Universo.
Pienso en ti esta noche y todos los días, no era pensarte con mi pensamiento yo sola, desde mí. Te voy pensando conmigo, exactamente, en el ancho mundo tuyo, allá tan lejos.
Allá muy lejos, detrás del horizonte, sé que tú me esperas, nadie puede encontrarse allí contigo, pero yo iré por el aire, con alas largas y leves y me posaré en ti con una red de caricias y encendidos ensueños que ni el alba desvanecerá.
Allá muy lejos, alumbrando nuestro paso nos encontraremos bajo cielos estrellados en las fronteras últimas de este mundo donde el amor se consumirá en una solitaria cita de dos, de besos y alas enlazadas...
Un primer adiós
Mi corazón anheló tus ojos y tus labios se animaron a decirme, de las entrañas de tu alma un insondable ¡TE AMO!
El carisma de tus labios permitió que la piel no fuera obstáculo para que dos esencias, la tuya y la mía, se hicieran una sola,.
Tu mirada me inundaba el alma ¡llena, llena, completamente de ti! pero un día esos ojos ya no miraron los míos, mi corazón fue notando el desdén de tus palabras, últimas palabras clavadas en el interior del alma..
Fuiste marcando el primer adiós, el que se dice en sigilo sin pronunciar palabra.
Te fuiste cerrando, coronando un amor que supo ser lozano y sereno.
Comencé a despedirte y aunque decreté el adiós también sentí en mi corazón profundo recelo, agonía, en un convexo azogue, desviando mi vida a cada nuevo paso, sin razones ni porqués.
No quiero aguardarte, un sendero nuevo se descubre en mi vida, mi ser anhela mucho más que pasar la vida extrañándote, yendo de los azogues a los lagos por si acaso te cansas de ser fugaz.
Día tras día tu recuerdo me estremece, te olvido un minuto y te vuelvo a querer como se quiere el pasado.
Puedo verte en un recóndito rincón del alma agazapado, no saldrás más de allí eres un estropeado recuerdo, ¡ya no te quiero!
Necesito vivir otra vez, amar y sentirme amada.
Comencé a decirte adiós, en mi vida tú fuiste voz y silencio, sólo eso, vaga esperanza de amar, tú que eras voz, que eras canto, pero no amor verdadero y por siempre no te quiero en mi alma, ni arriba, ni abajo, resonando y cantando, porque mis caudales de gozo o los de pena esperan otro canto, otro amor.
El primer adiós de mi para tí y seré nuevamente golondrina errante buscando nuevos cánticos que arrullen nuevas pasiones...
Tristezas del alma
Tristeza honda, reflejada en el azogue del espejo de mi alma, me han herido en lo profundo dejándome sumida en un silencio espectral que me lleva a los confines del sueño eterno.
Lejos de ti, pleno de ti, mi pensamiento está inerte, cual pétreo paisaje, no hay estímulo que en mí se refleje sin tu presencia.
Tristezas del alma, tú rasgaste las cuerdas de mi alma, pulsando leve mi perdida calma,
no sabes del dolor que hay en mi alma.
Para mí fue amor, de tristezas ahora colmada mi alma, el pesar la inunda y mi morada sufre en secreto y a solas excluida de tu mundo que era mundo de dos.
Tristezas del alma, que teme renazca la esperanza y more otra vez en mí tu amor renovado y vibrante. Sin tu presencia mueren mis palabras y los poemas que en mi silencio labro, sólo contigo se fecunda el arte liberando el caudal de mi emoción.
Tristezas del alma, en tu ausencia, mi lírica eclosión fluye, inspirada, destinada a ti, tu visión en armonía la veo, en mi arcana mente vertiéndose en el verso que yo creo resplandeciendo en el azul vacío del mundo que poseo en la raíz del pensamiento mío, sin ti, amor no hay más luz ni júbilo en mi alma, las sombras se alargan y me envuelven
y las tristezas del alma la colman de un mar de lágrimas, en una vasta oscuridad en la verdad de vivir sin ti…