Páginas

domingo, 17 de febrero de 2013

Coloquio íntimo


Coloquio íntimo, secreto, misterioso de dos que se aman y mi alma tiembla al sentirlo venir.
Cariñosas memorias que vibran cual sones de violines de amor entre presiones de nuestras manos al son de las palabras que juegan, que palpitan entre calor de besos.
Coloquio íntimo entre caricias y ternuras en un lenguaje mudo, con nuestras trémulas manos asidas con el fervor de los que aman, palpitando en los labios los besos entre ambos, hablamos sin voz ni palabras.
Son momentos de dicha suprema, temblorosa, en los que nuestros espíritus hablan.
Coloquio íntimo, breve pero intenso, necesario para nuestro existir por los tiernos momentos inolvidables que vivimos al son de nuestros gozos que no pasarán al mundo del olvido.
Coloquio íntimo surge entre suspiros cuando la tarde apaga sus colores y los astros encienden sus lumbreras, cuando se duermen las aves y las flores.
Coloquio íntimo, diálogo de dos espíritus que tiemblan bajo la luz de la luna que el paisaje baña.
¡Amor!, un instante detén allí el vuelo, murmura tus himnos de triunfo y recoge las alas.
Conciliábulo de íntimos secretos, lucero de mis mañanas, quiero seguir tus pasos y darte todo mi amor, dame tus manos, iremos juntos a gritar fuertemente un te quiero, mientras la luna muestra su blanca hermosura.
Coloquio íntimo, nuestro, enamorados de vivir, amándonos en paraíso claro donde se cruzan luces y sombras entre besos, goces y pasiones que movilizan brisas tiernas y cubren con verdes esperanzas los vergeles que súbitamente dibujan diestramente arabescos celestes con luceros.
Coloquio íntimo que nos hace vibrar como notas, cantos y músicas de campanas vibrantes de plata y el verso como pensamiento puro surge con imágenes resplandecientes como burbujas de oro en campos de flores y recuerdos deliciosos que vuelven y nos dejan entre nardos empapados de rocío.
Coloquio íntimo, juntos estamos perdidos en las vagas visiones que cruzan en hora felices los cielos del alma.
Con las trémulas manos asidas, con el mudo fervor de los que aman, palpitando en los labios los besos, las caricias tenues, entre silencios que crecen y nos envuelven en tibias brumas de pasión.
Coloquio íntimo, quiero ahora, en esta hora inocente sentarme en el umbral de tu mirada y despertar cada día entre tus brazos, susurrándonos palabras de amor, respirando como flor que se abre al viento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario